domingo, 23 de enero de 2005

Espejos

Los últimos descubrimientos parecen conducir a la conclusión de que la célebre Toccata y Fuga en re menor BWV 565 atribuida a Bach es en realidad una obra escrita para violín solo por algún contemporáneo cuyo nombre no ha perdurado. Es más que posible que Bach utilizara la pieza en su juventud para la prueba de algún órgano, tarea que le encomendaban de forma habitual, tal era el reconocimiento que había alcanzado, desde muy pronto, su pericia con el instrumento.

Escuchando el reciente registro en el que Alessio Bax toca al piano música barroca en versiones de compositores e intérpretes de los siglos XIX y XX, y que incluye la versión que Ferrucio Busoni hizo de la BWV 565, la realidad se me presentaba como reflejo de un reflejo, Baroque Reflections por Alessio Baxel que se obtiene al colocar dos espejos enfrentados, pero también como una sucesión de capas que hay que ir eliminando para alcanzar un núcleo originario que, a medida que avanzamos, parece alejarse más y más. Es el mismo principio que el de las muñecas rusas. Alguien compuso una obra para violín, que Bach escuchó y trasladó al órgano en una versión que Busoni llevó al piano, que un pianista llamado Alessio Bax tocó en mayo de 2004 ante unos micrófonos que permitieron la grabación de un disco que yo escucho hoy en mi casa. Capas de realidad. ¿Pero podemos llegar al principio? ¿Qué hay antes del violinista imaginando, escribiendo, tocando la tocata y fuga? O reflejos. Yo mismo situado entre dos espejos, colocados en el ángulo exacto que me permite ver a la vez mi espalda y mi rostro indefinidamente repetidos, perdiéndose hacia atrás hasta un principio imposible de identificar. Como si colocásemos la obra original para violín ante un espejo cóncavo que nos devolviese la imagen que de ella creó Bach y esta a su vez se reflejase en el espejo convexo de Busoni, que se reflejase en el espejo deforme de Bax, que se colocase entre los míos, los que me permiten verme a la vez por delante y por detrás, como si lo que escucho contuviera todas las posibilidades de una música que ni el violinista (pieza acaso no última de la Matrushka) imaginó.

Reflejos que a menudo se producen cuando leo algún texto que me conmueve y que reproduce con una exactitud inquietante mis propios y más profundos sentimientos, los que soy incapaz de ordenar. Eso me ocurrió ayer. Y basta un simple, leve giro de los espejos, para que, colocados en líneas perfectamente paralelas, las dos imágenes coincidan a la perfección y no sea posible ver más que una cara, la verdaderamente deseada, de la realidad. Reflejo de un reflejo. Sueños paralelos que, sin embargo, nunca coincidirán, porque, más allá de un ajuste fugaz y deslumbrador, los espejos jamás mantendrán el paralelismo riguroso de sus líneas que esa realidad (ese deseo) requeriría.

11 comentarios:

Paolo dijo...

Bueno. Un poco críptico me ha quedado, pero qué remedio...

Paolo dijo...

No, donna, no. La objeción era oportuna. Son neuras mías...

Anónimo dijo...

Bueno, llega un momento en el que da igual lo que tuviera Mozart en la cabeza a la hora de componer, y lo que interesa es lo que interpretamos nosotros, que escuchamos. Eso es algo que me ha fascinado siempre, la multiplicidad de lecturas que tienen todas las obras artísticas, sea cual sea la disciplina a la que pertenezcan.
A mi me pasó algo parecido a lo que cuenta Artaher, pero con los "Carmina burana". Me crié escuchando desde pequeña una grabación dirigida por Fruhbeck de Burgos con Lucia Popp (en los viajes cantábamos las canciones de los payasos y trocitos de los carmina burana... qué cosas) y ninguna otra versión me ha parecido "buena". Es como las comidas. Ninguna paella es tan buena como la de mamá, aunque a mamá siempre se le pasara el arroz.
Gin

it dijo...

Suena triste lo de los reflejos... reflejos devolviendo reflejos de otros reflejos... sin fuente. Sin origen claro.
Suena triste.

Vengo a decirte, querido Araña, que cierro etapa. Fin del escondido y principio, cuando sea quién sabe de qué.
Flotaré leyendo y comentando -que es más aséptico- así que aquí me tendrás (as always) enredando un poco.
Dije que esperaría a Abril antes de borrarlo todo. Hay una logística... que escribí recordando un erizo, es tuya.

(¡Hala! -Pa que digan que no soy generosa, cachisenlosmorosdelaspateras!)

Saf ;-))

it dijo...

Pues su cuñado, sita Mobile se parece a mi Grizzly... que después de cienes de años de tenerme a mí cantando a su oreja... ¡sólo ha sido capaz de memorizar las primeras letras de "Al jardín de la alegría quiere mi madre que vaaaaaaaya, para ver si saco un novio el más bonito de Espaaaaaña, vamos los dos, los dos, los dos, vamos los dos...".
¡Un caso, vamos! (un caso para el despiporre general)

Gracias por los ánimos pero piense que las fusas (esas notaciones caprichosas) todo fin es principio.

Saf ;-))

it dijo...

¡ajajáaaaaa.... lo descubríiii (un poco tarde, es cierto que he tardado): YA SÉ QUE ES LO QUE UD. LEYÓ!

¡Ay, alma de cántaro!

Saf ;-ppp

Paolo dijo...

¿Que sabe qué?

it dijo...

Lo sé.
Looooooo sé.
(Y lo sé).

Saf

Paolo dijo...

Lo sabe lo sabe lo sabe... ¿y?

it dijo...

¿Y...? o ¡ahhhh! ¿Eh?

Saf ;-pp

Paolo dijo...

Uuuuuuuuuuuuuuh!!!!