martes, 20 de febrero de 2007

No pongáis vuestras sucias manos sobre Mozart

Mozart por Uri Caine
Winter 1
Winter 2
Winter 3
Winter 4
Stefan Winter y Uri Caine han vuelto a hacerlo.

Después de un Mahler fascinante y otro Mahler fascinante, de un Wagner acuático y un Schumann intrascendente, de un Bach desenfocado y un Beethoven vibrante, antes de volver otra vez a incendiar a Mahler, ahora el turno le toca a Mozart, tan fresco como una rosa.


La flauta mágica. Mozart/Caine. Uri Caine Ensemble (Winter & Winter)

Se admiten (obviamente) impugnaciones parciales y a la totalidad.

lunes, 19 de febrero de 2007

Una tarde de domingo

Snooker
La tarde del Domingo apuntaba agradable. Café, coñac y la sorprendente final del Open de Gales entre Neil Robertson y Andrew Higginson, además con mi árbitro favorito. Sorprendente por los rivales que se enfrentaban. Robertson, un australiano joven (25 años) y poco currículo. Higginson, un inglés más madurito (29 años) sin ránking. Y sorprendente por el desarrollo. La primera sesión de la final acabó con 6-2 para Robertson. Todo parecía decidido. Trabajé un poco y me di una vueltecilla por un precioso disco reciente de Marco Horvat. A las 8 y media retomé la final de Gales sin mucho entusiasmo ("un paseo", me decía), pero ante mi sorpresa Higginson soltó los nervios (de perdidos al river, debió de pensar) y empezó a encadenar frame tras frame, seis seguidos, hasta ponerse 8-6, a uno de un triunfo en el que nadie creía. Entonces (era de esperar) se le encogió el brazo, falló algunas bolas fáciles y el australiano le remontó: 9-8 para él. Segundo título de su carrera, mientras Higginson perdía la gran oportunidad de su vida. Era ya tarde, pero no tenía sueño y me puse una película de Billy Wilder, de la que tenía un recuerdo muy lejano. Como siempre me pasa con el maestro, me lo pasé pipa (no recordaba la identidad del traidor), y una coca-cola.

Lamentablemente, después del domingo hay siempre un lunes, un lunes triste.

viernes, 16 de febrero de 2007

Diego Ortiz en Nápoles

Diego Ortiz nació en Toledo en fecha inconcreta que hasta hace poco solía situarse en torno al año 1510 y ahora algunos retrasan hasta 1525. Poco se sabe de su juventud, que muy posiblemente pasó en España. Su figura empieza a ser conocida cuando en 1553 acepta el puesto de maestro de capilla del virrey de Nápoles, Fernando Álvarez de Toledo, tercer duque de Alba. En aquel mismo año aparece en Roma su famoso Trattado de glosas sobre clausulas y otros generos de puntos en la musica de violones, la obra por la que es fundamentalmente conocido hoy, que no era otra cosa que un estudio sobre la manera de glosar (esto es, de disminuir) con la viola da gamba, para lo cual ofrecía una serie de ejemplos sobre determinados bajos (la Spagna, Doulce Mémoire, O felici occhi miei, folía, passamezzo antico y moderno), algunos de los cuales se han hecho tan populares que no hay melómano medio que no los conozca.


Recercada II sobre el passamezzo moderno
de Diego Ortiz. Jordi Savall y amigos. (Astrée)

El Trattado de glosas aparecía como "nuevamente puesto en luz", lo cual hace pensar en una edición anterior por completo perdida y compromete esa fecha tan tardía de nacimiento que ahora algunos aventuran. Al parecer la estancia de Ortiz en Nápoles no fue todo lo amable que el compositor hubiera deseado, pues su conservadurismo musical fue abiertamente desafiado por una generación de músicos jóvenes. El propio compositor reflejaría las controversias en la segunda y última edición aparecida con su música,Musices liber primus hymnos, Magnificas, Salves, motecta, psalmos, que editó Antonio Gardano en Venecia en 1565, en cuyo prefacio dice explícitamente: "Hoc tempore magna est inter musicos recentiores controversia" ("Hoy día existe una gran discordia entre los músicos más jóvenes"). Si tenemos en cuenta que las referencias musicales que el propio Ortiz reconoce como propias son las de Josquin y Ockeghem parecía claro que él era punto de mira principalísimo de las discordias fomentadas por los compositores más jóvenes. ¿Fueron estas discordias las que le costaron el puesto? Difícil resulta saberlo. Ortiz dirigió la capilla virreinal hasta 1570, en que fue sustituido por el aragonés Francisco Martínez de Loscos. Después la pista se le pierde por completo y ni la fecha de su muerte es hoy conocida.

El Musices liber primus contiene 69 piezas sacras entre himnos, magnificats, salmos y antífonas, por lo que parece evidente que estaba pensado para los oficios de vísperas que tendrían lugar en la corte virreinal española en Nápoles, que solía engalanar sus actos con notable magnificencia. Conviene recordar que en 1562 había terminado el Concilio de Trento con unas disposiciones que, por lo que hacía a la música religiosa, eliminaba cualquier elemento que pudiera profanar el culto sagrado, esto es, que pudiera entenderse como característico de la música profana, lo cual incluía tanto los instrumentos como cualquier rasgo que pudiera entenderse como teatral o que ocultara el sentido de los textos en pro del embellecimiento puramente sonoro. En esas circunstancias, cómo puede entenderse esta frase extraída de la dedicatoria de la edición:

¿No es verdad que en el Antiguo y el Nuevo Testamento el culto divino de la Iglesia católica se dirigía al Buen y Gran Dios no sólo a través de las voces humanas, sino también con instrumentos musicales, siguiendo el precepto divino y la indicación de los Santos Padres? ¿Qué puede encontrarse más admirable y magnífico en esta circunstancia?
¿Un desafío a las disposiciones tridentinas? Es muy posible que la música editada en el Musices liber primus hubiera sonado ya en Nápoles en los años anteriores a su publicación y Ortiz quisiera simplemente dejar constancia de que esa música nació en un entorno determinado en el que lo normal era la participación instrumental (está confirmado el uso de cornetas, sacabuches y violas da gamba más el preceptivo órgano). Por otro lado, es desde luego seguro que las disposiciones salidas de Trento irían imponiéndose con cierta lentitud, tanto más extendida en el tiempo cuanto más alejado estuviera el centro en cuestión (lejanía física y espiritual) de la sede papal.

Sea como fuere, Marco Mencoboni se agarra a esa frase para ofrecer una interpretación muy singular de esta música. Escoge Mencoboni los salmos típicos de las Vísperas para la Virgen (Dixit Dominus, Confitebor, Beatus Vir, Laudate Pueri, Laudate Dominum ), todos ellos escritos en un sencillo estilo homorrítmico a cuatro voces y en alternatim (esto es, alternando versos gregorianos y polifónicos), alternancia que se encuentra también en el himno Ave Maris Stella y en el Magnificat. Más singulares (y modernos) son los motetes que se emplean como antífonas (tras los salmos, pues para la antífona que los precede se usan las tradicionales en canto llano), escritos a 4, 5, 6 y 7 voces y en los que Ortiz mezcla el contrapunto más puro y tradicional, con las tendencias imitativas y también con la homorritmia.

Mencoboni ha grabado estas Vísperas distribuyendo a su equipo en seis coros: tres de polifonía (dos compuestos por los habituales de su grupo, Cantar Lontano; y un tercero que forman los miembros del Ensemble Vocal Calixtinus), uno de canto llano (Schola Aurora Surgit) y dos instrumentales (uno formado por una corneta y cuatro sacabuches; otro por el cuarteto de vioilas Il suonar parlante, con Vittorio Ghielmi al frente). Lo más singular de la interpretación de Mencoboni no es, en cualquier caso, el empleo de instrumentos, sino el uso de una forma de emisión vocal cercana a la música popular, tan imbricada con la creación culta en el entorno de Nápoles, que puede recordar a las formas del Ensemble Organum o del conjunto Graindelavoix. La conjunción de esta forma ornamentalmente exuberante de canto con la intensidad que imprimen los conjuntos instrumentales y con la serenidad del canto llano crea una atmósfera sugerente y especial, que realza el valor de una música que interpretada de un modo más convencional quizá no sea gran cosa, de ahí la falta de interés que había hasta ahora por ella.

El disco nace de una curiosa confluencia entre el peculiarísimo sello del propio Mencoboni, E lucevan le stelle, la magnífica revista de Francesco Maria Ricci, esto es FMR, y el sello Alpha que es quien definitivamente lo acoge en su catálogo con el nº108 de su exquisita colección Ut pictura musica.


Dixit Dominus de Diego Ortiz. Cantar Lontano. Marco Mencoboni. (Alpha)

sábado, 10 de febrero de 2007

Soledad y decencia

Rosa Díez, hoy, en su blog de Basta ya. Grande. He pensado que difundiendo su texto quizá no se sienta tan sola.

HAN PASADO CUATRO AÑOS

Han pasado cuatro años; cuatro años desde el día en que Joseba Pagazaurtundúa fue asesinado cuando se disponía, como cada mañana, a abrir la casa del Pueblo del Partido Socialista de Euskadi-PSOE en Andoain. Cada mañana levantaba aquella persiana porque él creía que la casa del pueblo de los socialistas era uno de los pocos espacios de libertad que existía en Andoain. Era, según Joseba pensaba, un faro en medio de tanta oscuridad, de tanta ignominia, de tanto temor, de tanta complicidad.

El jueves día 8 le recordamos en el Centro Cultural Bastero. Hablamos de él, de su vida, de su muerte; de las cosas que pasaron antes de que le abandonaran a su suerte quienes tenían la obligación de protegerle; de las cosas que han pasado después. Allí estaba Pilar, su madre; y Maite, su hermana; y Estíbaliz, su esposa amada, como nos recordó en una de sus cartas manuscritas que pudimos ver tras su muerte; y Ander, su hijo pequeño. Y viejos amigos: Agustín Ibarrola, Mari Luz, Beristain, Latierro, Matu, Fabián, Maite, Pilar, Ramón, Carlos, Juan Luis, Rogelio, Armando, Arantza, Guillermo y su hijo Guillermo, Estanis, Manoli, Mikel, Nati... También estaba el alcalde de Andoain, compañero y amigo de Joseba, que abrió el acto.

No había nadie de la dirección del Partido Socialista. Ni de Guipúzcoa, ni de Euskadi. Nadie. A Joseba le asesinaron por defender la Libertad, la Justicia, la Constitución, la ciudadanía. A Joseba le asesinaron por defender los principios y los valores que a lo largo de toda la centaneria vida del Partido Socialista han constituido su razón de ser. Pero nadie de los que representan al Partido Socialista en Euskadi quiso estar presente en el cuarto aniversario de su asesinato. Nadie. Ninguno de ellos acompañó a su familia, ni a su recuerdo. Nadie quiso honrarle. Porque honrarle y respetarle es estar allí, en ese acto de homenaje, aunque uno se arriesgue a escuchar la voz de Joseba -como vimos en el documental- denunciando lo que él creía que eran actitudes equivocadas del Partido Socialista de Euskadi: en relación con la autovía de Leizarán, en relación con el pacto por las Libertades y contra el Terrorismo, que siempre rechazaron, en relación con sus pactos con el nacionalismo, que siempre quisieron reeditar... Honrar la memoria de los muertos es reconocerles y respetar su verdad y su memoria, sin inventar una historia distinta a la que ellos mismos protagonizaron en vida.

Su madre dijo hace ya más de dos años, dirigiéndose a Patxi López: "Qué solos se quedan los muertos", intuyendo lo que habría de pasar. El pasado jueves todos percibimos esa soledad, ese abandono del partido Socialista a uno de los suyos, a uno de los mejores; a un hombre que fue asesinado por decir una verdad molesta para los fanáticos de ETA; y que es excluido de los homenajes y de la memoria de los dirigentes de su partido porque en vida tuvo la osadía de disentir. Y porque muerto su familia y sus amigos nos empeñamos en recordar cómo era Joseba y por qué le mataron.

Al salir del acto un amigo se me acercó y con una gran amargura me dijo: "Que te maten ahora es como una broma; no te acompañarían ni los tuyos. Vamos, los del partido en el que has militado toda la vida". Y eso me recordó algo que ocurrió en 2001, cuando la dirección del PSOE había decidido liquidar a Nicolás Redondo. Un grupo de alcaldes del PSE se reunieron con Jose Luís Rodríguez Zapatero. Le preguntaron sobre el significado de la defenestración de Redondo. Y uno de ellos le dijo: "Queremos saber de qué va esto; si va de defender la libertad y la Constitución, de derrotar a ETA, de ser la alternativa al nacionalismo, yo estoy dispuesto a seguir arriesgando mi vida; pero si no va de eso, dínoslo también. Porque yo quiero decidir por qué estoy dispuesto a morir. Y por algunas cosas no estoy dispuesto. Quiero saber por qué me matan".

Mario Onaindía también lo dejó escrito: "Si me matan no quiero que sea por su patria (la de los nacionalistas); quiero que sea por la libertad".

Qué amargura. Qué enorme soledad.

miércoles, 7 de febrero de 2007

Los hiperdemócratas

Se los reconoce enseguida, porque afirman que ellos no defienden determinadas ideas porque sean las suyas sino por el hecho de que son muy demócratas. Un poner: ellos nunca son nacionalistas, pero como son muy demócratas se sienten en la obligación de defender a los pobres nacionalistas acosados y a continuación te sueltan una larga parrafada que incluye absolutamente, y punto por punto, todo el argumentario nacionalista, cuyo concepto de la democracia arranca, como es bien sabido, de donde a ellos les sale de sus santos cojones. Pero a ver quién les chista, con lo demócratas que son.

lunes, 5 de febrero de 2007

El aprendiz de brujo y su maestro

En plena oleada de indignación nacional por el apoyo del Gobierno Aznar a los aliados que intervinieron en Iraq, algunos manteníamos que lo que se jugaba en las elecciones generales de 2004 no era la alineación internacional de España con EEUU-Gran Bretaña o con Alemania-Francia, dos parejas que, antes o después, iban a acabar coincidiendo en una política similar para Oriente Medio y frente al fundamentalismo islámico, una cuestión por completo menor para nuestros intereses más urgentes. Lo que se jugaba en aquellas elecciones era el problema de España, tal y como ha ido afectándonos cíclicamente desde hace algo más de un siglo, desde que la generación del 98 lo puso en primerísimo plano de la vida cotidiana. El problema de España es el problema de su organización territorial, de su vertebración. Y en aquel momento de marzo de 2004 se presentaban al elector dos opciones muy claras: el PP representaba una cierta estabilidad del estado de las autonomías, la búsqueda de un cierre aceptable del modelo de manera definitiva y de forma que el estado mantuviera una capacidad de poder suficiente para potenciar el equilibrio interterritorial; el PSOE, IU y los partidos nacionalistas representaban el mantenimiento de una estructura abierta permanentemente, lo que suponía más poder para los territorios y un debilitamiento de la capacidad de decisión del estado. El problema de la segunda opción, la triunfante, es que no sabemos a dónde nos conduce. Como un auténtico aprendiz de brujo, el PSOE de Zapatero se ha puesto a hacer ingeniería social, algo extremadamente peligroso, sólo admisible cuando existe una crisis del sistema verdaderamente grave, cuando se llega a un punto sin retorno, a una situación en la que el mantenimiento de la estructura del estado es más perjudicial que la aventura de la búsqueda de algo nuevo. Es decir, una situación como la de 1931 o la de 1975, pero en absoluto como la de 2004, cuando a una inmensa mayoría de los españoles no le preocupaba en absoluto el modelo existente de estructura territorial. Lo cierto es que se ha emprendido un camino difuso, nebuloso y peligroso por satisfacer las ansias de poder de las oligarquías nacionalistas de Cataluña y el País Vasco, y todo ello se ha hecho fijándolo teóricamente en un equívoco político verdaderamente insólito: para Zapatero y sus acólitos lo progresista es la debilitación de un poder central igualador en torno a la categoría del ciudadano y la entronización de caudillajes locales, a la manera feudal; un equívoco que parece que sólo se da en España (por ejemplo, en el referéndum italiano que propugnaba más poder para los territorios la derecha defendía el Sí y la izquierda el No). En sólo tres años la deriva nacional ha alcanzado tal punto de esquizofrenia que al Gobierno de España le sienta mal que sus ciudadanos se manifiesten con banderas españolas, mientras en los actos en que los que sus miembros participan se enarbolan enseñas preconstitucionales (como la tricolor) y a todos parece bien. Todos los riesgos han sido puestos sobre la mesa. El concepto mismo de nación española está afectando a los partidos políticos. Apenas queda el PP como partido nacional y, de manera incomprensible, se suma también de forma indecente y electoralista a empujar en el sentido señalado por Zapatero, y lo hace defendiendo adefesios como el nuevo Estatuto andaluz. Más allá aún, están algunos (a los que la buena fe se les supone, exactamente igual que el desconocimiento más elemental de las leyes de la historia) que juegan a contextualizarlo y desdramatizarlo todo. Se reformó el Estatuto de Cataluña y no se ha roto España, y se ríen, jaja. Como si el proceso puesto en marcha se hubiera detenido justo en el momento de su inicio, como si esto no fuera sólo el punto de partida de algo que ya se está notando (la desafección entre españoles de distintas regiones y la de muchos españoles con sus propios símbolos constitucionales es verdaderamente grave), pero que sólo alcanzará a mostrar sus auténticas consecuencias sobre la vida cotidiana dentro de una o dos generaciones.

Hoy, elmundo.es trae una entrevista con Francisco Sosa Wagner, quien fuera profesor de Zapatero y miembro del tribunal que concedió sobresaliente cum laude a una tesis del hoy presidente del Gobierno (se ha hecho un excesivo hincapié sobre la calificación de la tesis, lo cual sólo es posible desconociendo que el sobresaliente cum laude es casi lo menos que se estila en este tipo de trabajos académicos). Sosa Wagner habla con absoluta claridad, y no me resisto a traer hasta aquí los puntos fundamentales de su discurso:

-"Nos hemos lanzado a la reforma de los estatutos sin antes habernos puesto de acuerdo en lo esencial: el Estado. Hemos metido a España en un quirófano para una gran operación alumbrados por una simple vela."

-"Nos cansamos de escuchar que con estas reformas vamos hacia un Estado federal y eso no es verdad en absoluto."

-"Como socialdemócrata, combato abiertamente la idea de cuanta más descentralización, más 'progre' soy y más pegatinas me pongo."

-"Nosotros caminamos claramente hacia el confederalismo. Es un disparate esto de que cada uno apruebe por su cuenta los estatutos alentados por un incesante victimismo local."

-"Quitémosnos las caretas de una vez. Nadie quiere una reforma del Senado para que se convierta en una cámara de representación territorial en la que todas las autonomías son iguales. Eso no lo quiere nadie: a lo que se aspira es a la bilateralidad. Es lo que se está haciendo en Cataluña y lo que se quiere hacer también en Andalucía."

-"Hasta ahora el problema era la sobrerrepresentación de los nacionalistas, ahora está ocurriendo algo más grave: la territorialización de los partidos nacionales."

-"Esto ha tomado ya un ritmo imposible de frenar. El Estado se irá fragmentando cada vez más. Veremos cómo el Gobierno será cada vez más incapaz de hacer nada, de legislar nada, de imponer nada."

-"La reforma de la Constitución para reforzar el 'disco duro' del Estado es la única salida a todo este absurdo, pero ¿quién quiere eso?"
Creo que somos muchos los que queremos eso, pero tenemos que hacer algo, juntos, sin complejos, y pronto.

sábado, 3 de febrero de 2007

Galina Ustvolskaya In memoriam

Galina Ustvoslkaya (1919-2006)El 22 de diciembre pasado fallecía en San Petersburgo Galina Ustvolskaya. El festín se encontraba entonces en stand by y no pude hacer referencia al luctuoso acontecimiento. Aprovecho ahora que La noche cromática (pobrísima la web de Radio Clásica, rescato esta pequeña reseña del programa) está dedicando un breve espacio diario a su ciclo de Preludios para piano (en la interpretación de Marianne Schröder para el sello hat Art) para hacerlo.

Descubrí a Ustvolskaya hace ya muchos años, gracias a un disco de Philips, que incluía sus Composition I, II y III. Y lo primero que me sorprendió fue que habiendo nacido en Leningrado en 1919 su lenguaje fuera tan radical. Nada que ver con los grandes clásicos del orbe soviético, de Shostakovich a Khachaturian, pero tampoco con Schnittke, con Denisov o con Gubaidulina ni por supuesto con Pärt. En Ustvolskaya se detecta también esa inquietud espiritual y religiosa que alienta en Gubaidulina o Pärt, pero su plasmación sonora es absolutamente diferente: las propuestas de Ustvolskaya son incontestablemente más austeras, más abstractas, extraen su potencial expresivo del contraste severo y, a la par, de la esencialidad y brevedad del discurso, lo que podría resultar contradictorio, pero no lo es: pocos elementos, pero usados de tal forma que los parámetros se yuxtaponen en crudas oposiciones contrastantes. Las combinaciones instrumentales son extravagantes y reúnen tesituras agudísimas junto a las más graves (Composition I está por ejemplo escrita para flauta piccolo, tuba y piano), fortísimos ensordecedores (hasta en fffff) al lado de pianissimos casi inaudibles, todo ello habitualmente envuelto en ostinatos rítmicos muy marcados y en una armonía densa, con frecuente recurso a los clústers y a las repeticiones.

Alumna predilecta de Shostakovich, quien la cortejó sin disimulo, Ustvolskaya se separó conscientemente de la línea del maestro (su Concierto para piano tiene mucho de shostakovichiano) Composition I-III de Ustvolskaya. Reinbert de Leeuwa principios de los años 50, iniciando el personalísimo camino artístico que he esbozado arriba y que la llevó a un aislamiento extremo. Un poco a la manera de Giacinto Scelsi, Galina no concedía entrevistas, no se dejaba fotografiar, no viajaba (salvo en 1996, en que asistió al homenaje que Mstislav Rostropovich y Reinbert de Leeuw le dispensaron en el Concertgebouw de Amsterdam), no aceptaba encargos... Su música empezó a difundirse por Occidente en los años 90, gracias precisamente a Reinbert de Leeuw, gran admirador de su obra, que grabó esas tres Composiciones en 1995 (y otras piezas), cada una de las cuales lleva un subtítulo muy significativo: la I (para flauta piccolo, tuba y piano, como dije), Dona nobis pacem; la II (para ocho contrabajos, caja percutiva de 43 x 43 cm y piano), Dies Irae; la III (para cuatro flautas, cuatro fagotes y piano), Benedictus qui venit. La Composition I está dividida en tres partes, de la cual he escogido como muestra la segunda, pues es en la que mejor se aprecian los contrastes o el uso de clústers a los que me referí arriba.


Composition I.2 de Galina Ustvolskaya. Schönberg Ensemble. Reinbert De Leeuw (Philips)

La Composition II, de atractivas resonancias primitivistas y obsesiva rítmica, está dividida en 10 partes, de las que he entresacado la 9.


Composition II.9 de Galina Ustvolskaya. Schönberg Ensemble. Reinbert De Leeuw (Philips)

La Composition III se presenta en un solo pasaje y es una obra algo más convencional en su desarrollo armónico, pero se obsesiona también en la repetición de un sonido (un fa sostenido que se pasan los instrumentos de viento) y se articula igualmente con acerados contrastes dinámicos.


Composition III de Galina Ustvolskaya. Schönberg Ensemble. Reinbert De Leeuw (Philips)

Otro primer impacto con la música de Ustvoslkaya.

jueves, 1 de febrero de 2007

Manifestación

POR LA LIBERTAD. DERROTEMOS JUNTOS A ETA. NO A LA NEGOCIACIÓN

Sin ambigüedades. Sin trampas. Lo que se pide es la renuncia a negociar con los terroristas. Y que se sumen todos los que crean que ese es el camino más recto para acabar con ETA. Ya sabemos que el gobierno, no; que el PSOE, no; que IU, no. Ya sabemos que Ibarreche considera que hay que hablar con todos, un todos que incluye a los terroristas pero no a las plataformas cívicas que se le enfrentan. (Por suerte, siempre hay alguien con la capacidad suficiente para hacer esta estupenda autopsia del diálogo.) Pero todos estos, sí.

Estoy un poco cansado de este jueguecito de ver quién la tiene más larga y de contar cuántos sapiens sapiens caben en un metro cuadrado de calle. Pero esta era la manifestación que muchos pedimos a la AVT en Sevilla. Entonces pudo más un erróneo concepto de la lucha política, que mezcló delirios con realidades y quebró la necesaria unidad de quienes creemos en la ley como el único camino posible para enfrentarse a la barbarie terrorista, sin atajos de ningún tipo. Pues ahora es la ocasión. El Foro Ermua recompone esa unidad. Es una pena que el PSOE se apeara de ella. Y me causa tristeza infinita que los militantes socialistas opuestos a la actual dirección sean más leales al Partido que a sus propias ideas y a sus principios. Es lo que está en juego.