ETA
Tras el “alto el fuego permanente” de la banda terrorista ETA andan la ciudadanía y la bloguería revolucionadas y proclamando de forma generalizada a los cuatro vientos su alegría, su cautela y su esperanza, estados de ánimo todos ellos dignos de envidia, sobre todo para los que no encontramos especiales motivos para experimentar ninguno de ellos, por lo cual, como era de esperar, ya hemos sido tildados, en el mejor de los casos, de no entender, y en el peor, de no desear la paz, de vivir anclados en el rencor y el deseo de venganza, de buscar el entorpecimiento del proceso por partidistas motivos espurios y no sé de cuántos crímenes deleznables más. Leyendo a unos y a otros, tanto en la red como en el papel, detecto una tendencia a la amnesia, el voluntarismo y la confusión de realidad y deseo que, aparte de reflejar un confuso entendimiento de los valores y la ética cívicos, se me antojan peligrosos. El discurso más o menos oficial viene a ser este: ETA ha sido derrotada, pero su liquidación total sólo se conseguirá cediendo en pequeños detalles estratégicos perfectamente asumibles por nuestro sistema democrático, detalles que habrá que negociar directamente con los terroristas y exigirá la unidad de todas las fuerzas políticas españolas y la generosidad de las víctimas. Con ligeras variaciones ya he perdido la cuenta de las veces que he leído esto mismo en los últimos cinco días. Las condiciones de la negociación y el precio que por la paz están dispuestos a pagar la mayoría (incluido el Gobierno de la nación) han quedado pues suficientemente claros, y qué más da que algunos griten (gritemos) en el desierto nuestro profundo y radical (de raíz) desacuerdo, el mundo es ansí, y a mí, en mi solitud de estúpido moralista, este soneto de Shakespeare no me lo amarga nadie.
Soneto 52 de Shakespeare. Ralph Fiennes (BIS)
[Aquí estoy, como el rico, cuya bendita llave,/ le pone en la presencia de su dulce tesoro,/ cuyo caudal no quiere, continuamente ver,/ por no ver de mellar el filo del placer.// De estas formas las fiestas, tan solemnes y raras/ se esparcen y aparecen en la rueda del año,/ como piedras preciosas, con amor colocadas,/ o la joya más bella del centro del collar.// El tiempo que os retiene es igual que mi cofre/ o tal como el armario, que esconde el bello manto,/ volviendo venturoso el especial instante,/ en que por fin revela su escondido esplendor.// Feliz de vos al darme, estando poseído,/ valor para triunfar esperando tu ausencia.]
No voy a hacer discursos grandilocuentes ni manifestaciones estentóreas, pero sí que me gustaría comentar uno de los textos que más me ha llamado la atención de cuantos he leído al respecto y que viene a representar una postura muy común en torno a la cuestión del nacionalismo vasco y del terrorismo etarra. Aparece como comentario en un post de Portorosa, y allí prometí que con algo de tiempo haría su exégesis. Lo firma Miranda, compañera lejana de perdidas batallas, y de la que otras luchas me alejaron. Ella sigue estando habitualmente en El Pombo, su foro, un sitio que un día también fue mi casa. El paso del tiempo y el alejamiento no han mermado mi afecto personal hacia ella como tampoco el respeto intelectual que me merecen sus siempre contundentes puntos de vista. Que no comparta muchos de ellos sólo es indicio de lo que nos separa en el análisis de la realidad, pero no significa (al menos por mi parte) ningún tipo de hostilidad ni de desprecio personal. Y espero que si llega a leer alguna vez esto, lo entienda así. Su texto va tal cual (en azul), sin cambiar ni una coma:
Sobre ETA (con mayúsculas, como se escriben en español los acrónimos) [como lo escribo yo, ni más ni menos, que hay mucho nominalista suelto, aunque reconozco que me hacen gracia esos que para chinchar hablan de “la ETA”] se ha dicho de todo, se le ha llamado de todo, pero lo que no se puede cambiar ni mover es su existencia y pertenencia a una forma de malentender una reivindicación "nacional" en forma modo y estilo que se ha dado otras veces en lo que ahora llamamos vieja Europa. [Todos los nacionalismos me parecen detestables, desechos históricos del idealismo alemán, y a los nacionalistas militantes, esos que se levantan todas las mañanas pensando en qué hacer para ser mejores vascos, catalanes, españoles o bretones me gustaría tenerlos siempre lo más lejos posible. En cualquier caso, esa pretendida normalidad de la “reivindicación nacional” de ETA (de forma malentendida, por supuesto) no parece tan evidente. Quizá Miranda pueda poner ejemplos de una sociedad de privilegiados en guerra contra unos explotadores que son más pobres que ellos, pero a mí no se me ocurren. Pienso más bien que la existencia de ETA es bastante difícil de entender en el contexto europeo. Como decía Savater, viene a ser poco más o menos como si en Suecia operase una guerrilla.] Pretender eliminar un Movimiento de Liberación Nacional Vasco, como bien le denominó Aznar, con Cucal, es de locos o de imbéciles, y es lo que efectivamente se ha demostrado que no se puede hacer. [Con Cucal, no, aplicando la ley, y sí se puede hacer. En realidad se ha hecho así y ha funcionado.] No se pueden fabricar leyes "especiales" para luchar con los que viven además fuera de ellas, eso pervierte el Estado de Derecho, ni se les puede eliminar a su manera (Gal) [¡Vaya! Justo el meollo de la cuestión. Primero, las leyes son instrumentos de las sociedades para satisfacer sus necesidades, y tienen que estar por consiguiente en función del nivel y la categoría de los conflictos característicos de cada sociedad. Es evidente que en Islandia no necesitan leyes contra el terrorismo y que en Siberia las medidas para la ordenación del uso del suelo serán bien diferentes de las de Singapur. Segundo, lo que pervierte el Estado de Derecho es su aplicación selectiva. Si las leyes son iguales para todos y a todos obligan no debería existir ningún tipo de atajos, absolutamente para nada. Es el convencimiento de que el Estado de Derecho va a funcionar siempre lo que garantiza mi seguridad, mi libertad, mi vida, mis derechos. En el momento en que alguien está tentado de saltarse el Estado de Derecho para resolver algún problema específico, cualquiera puede convertirse en Segundo Marey, o en Lasa y Zabala, que por muy terroristas que fueran, merecían el amparo de la ley exactamente igual que el señor Marey. En esas circunstancias, la garantía de mi seguridad, de mi libertad, de mis derechos, se esfuma. No existen tribunales de excepción, y las religiones (incluida la nacionalista) y sus practicantes están absolutamente sometidos al imperio de la ley, me da igual que los creyentes sean 200 ó 2 millones, porque ya saldrá lo del número, así me adelanto.] ni se puede acabar encarcelando a todos los sospechosos por residentes en el PV, como hemos sido tildados los que aquí vivimos por algunos medios [¿cuándo, dónde? Mi más sincero apoyo a los residentes en el PV que hayan sido víctimas de ese trato denigrante].
Cualquiera que conozca este tipo de "movimientos" por estudio o por vivir cerca con los ojos abiertos, sabe que por un terrorista de este tipo que desaparece eliminado policialmente, hay ocho más dispuestos a reemplazarle [No es verdad. Eso puede pasar en sociedades que viven en la desesperación más absoluta, pero en sociedades ricas, por muy grande que sea el lavado de cerebro, si los terroristas son sistemáticamente detenidos y encarcelados y sus apoyos logísticos diezmados y desarticulados, el número de los que están dispuestos a sustituir a los caídos, disminuye hasta hacerse irrelevante. De hecho es lo que le ha pasado a ETA, hasta el punto de que ha tenido que recurrir más de una vez a sicarios externos al nacionalismo vasco.] y hay alrededor de ese nucleo cientos de personas involucradas, familiares, conocidos, amigos, que no desaparecen con cucal, y a los que no se les puede borrar la memoria o del mapa. [Allá las tragaderas morales de cada cual. Imagino a los familiares y amigos de un pederasta o de un maltratador apoyando sus acciones y sólo se me ocurre la mayor de las repulsas. No entiendo por qué razón el que le pega un tiro en la nuca a un concejal del PP merece una consideración diferente por el hecho de que sean muchos los que le apoyan. La ética se lleva muy mal con las matemáticas.]
La rendición, porque esto és lo que ha pasado, tiene que producirse por voluntad propia, por consenso, porque de otra forma el foco, el cancer seguiría ahí. Visto que no se puede eliminar el cancer matando al paciente, habrá ahora que aplicar quimio y radio a esta salida. [Es muy optmista Miranda, como la mayoría, pensando en esa cosa de la rendición (voluntaria) de ETA. No veo nada en los famosos comunicados que apunte en esa dirección. ‘Rendición’ para mí sólo puede significar renuncia absoluta a sus exigencias, que sin embargo, siguen figurando punto por punto, uno detrás de otro, en los comunicados de la semana pasada. En último término y en el fondo, la existencia de una organización terrorista puede reducirse a la de unas siglas con prestigio intimidador suficiente como para tener influencia política. Y ETA seguirá ahí para quien quiera arroparse bajo sus tres letras, mientras mantenga una infraestuctura mínima y una capacidad de seducción política. Yo apuesto por arrasar, con los medios del Estado de Derecho, aquélla (la infraestructura) hasta que ésta (la capacidad de seducción) desaparezca en la práctica hasta el cero absoluto, y decir ETA sea para cualquiera lo mismo que significa hoy decir La mano negra.]
Y este cancer se ha rendido como se rindió el IRA por dos razones, cada cual la suya: el 11S y el 11M.
A ETA y al IRA los ha vencido el terrorismo islámico.
Desde el momento en que su medio de "lucha" fué asociado a este nuevo terrorismo indiscriminado fué el comienzo del fin, la muerte anunciada de ambos. [Esto se está repitiendo hasta la saciedad. Sin prueba alguna. Sólo la coincidencia temporal. Como la existencia de la nación, debe de ser cuestión de fe.]
Es el 11M lo que dicta el fin de ETA y es el tiempo en que la propia izquierda abertzale hace una recapitulación. Tras las elecciones y el triunfo del PSOE esto estaba cantado. [Si ETA fuera fuerte y el estado débil, ya veríamos quién dictaba el fin de ETA. Para muchos parece tranquilizadora esta explicación exógena, que se hace absolutamente incomprensible sin las capturas de Bidart, Ermua o la ilegalización de HB, por ejemplo.]
He comentado en otros lugares que hay muchos que ahora tienen que recomponer su vida, entre ellos los familiares de las víctimas. Hemos asistido, no sin estupor por parte de algunos entre los que me incluyo, a la ascensión de un nuevo "partido obligatorio", porque además quien no le vote es connivente con los asesinos. Es el partido de la asociación de víctimas [no ignora Miranda que son muchas las asociaciones de víctimas], un partido que además de convocar manifestaciones (cosa muy respetable) pide votos para el PP [¿eso no es respetable?], dice a los jueces lo que tienen que hacer y le indica al Gobierno lo que no le consienten [exactamente igual que los funcionarios o los futbolistas]. Un partido cuyos miembros no han sido elegidos por los ciudadanos, sino por los asesinos.
¿Qué hacer ante esta necesidad de venganza? porque en realidad lo que piden ya lo tienen, derechos, indemnizaciones, reivindicaciones. ¿Qué hacer? está claro que en principio, a parte de padecerla, lo cual es mucho, lo correcto sería ignorarla, o al menos no fomentarla, puesto que es imposible que asuman, como parientes de víctimas (porque las víctimas estan muertas) que sus deseos de NO NEGOCIACIÓN son irreivindicables. [Siempre me ha sorprendido que cada vez que se habla de víctimas se piense exclusivamente en los muertos. Así, si te destrozan el coche o te queman la casa, habrás sufrido un atentado sin víctimas. Qué coño sin víctimas, será sin víctimas “mortales”, bien víctima que soy, que me han chamuscado la cama. En el fondo, todos somos en distinto grado víctimas del terrorismo. No esperaba esa consideración en sentido amplio de Miranda, pero que le niegue esa condición a los familiares de los muertos me parece inmoral, cruel e innecesario. Podría decirle algo así a los padres del niño Fabio Moreno, por ejemplo, o a los hijos del matrimonio Jiménez Becerril.] Es decir, no es que no tengan derecho a pedir eso, es que es patética su petición. [Es molesta la presencia de una víctima cuando uno está pensando en sentarse a una mesa con su verdugo, sí, es lo que tiene, que luego hay que sentarse también con la víctima, que se empeñará en mirarte a los ojos.] Les coloca la historia y los hechos ante la verdad de su propia existencia y no la quieren asumir: SUS PARIENTES MURIERON INUTILMENTE. [Completamente de acuerdo. Es esa inutilidad la que deberían de contemplar nuestros dirigentes políticos.]
Sus muertes eran inútiles, es así. Ni ellos eligieron inmolarse, por lo tanto atribuirles en ello derechos es ocioso, ni fueron muertos por o para nada. Podían ser otros, cualquiera en su lugar. Esta es la cuestión. ¿Prefieren que no se negocie el fin de esta locura? Eso parece. Y resulta impresionante leerlo. [Resulta tranquilizador leerlo. Y no quiero decir con esto que no sean aceptables cambios en política penitenciaria ni siquiera que no puedan estudiarse medidas de gracia. Lo que quiero decir es que nada de eso hay que negociarlo con los terroristas. Que hacerlo es ofrecerles ya concesiones políticas. Que todo lo que haya que cambiar para acelerar o facilitar el aniquilamiento completo de ETA deberá tratarse entre los partidos políticos en la mesa política que nuestro sistema democrático tiene dispuesto desde hace mucho tiempo para estas cuestiones, que, como bien dice Ignacio en otro sitio, solemos llamar Parlamento.]
"El que no quiera la paz, que levante la mano" . [Capítulo de demagogias varias, y en negritas.]
Dicen aquí que eso sería como dar carta libre a cualquiera a hacer lo mismo, voy y mato a tantos y luego soy independiente.
Que osadía! y qué desprecio a la razón. [Jajajaja. Esto lo dice por un comentario mío, que decía así: “En Villariba de Enfrente nos hemos hecho independentistas, todos. En este momento estamos reunidos en asamblea para decidir si reivindicamos nuestro derecho como pueblo a través de la lucha armada. Los más optimistas piensan que mil muertos más allá tal vez reconquistemos la ansiada libertad de nuestros abuelos.”]
Matar a 1000 o a 2000 es muy fácil, se puede hacer de un golpe, como el sastrecillo, mantener una "lucha" durante cuarenta años, con todo un entramado social perturbado alrededor no. Para eso hace falta PODER, no querer. [PODER es simplemente el querer de unos cuantos y el mirar para otro lado de otros cuantos. Salvo que considere irrepetible el caso del País Vasco (pero al principio decía que no, que era un fenómeno repetido no sé cuántas veces), es evidente que conceder prebendas a un grupo terrorista por abandonar la violencia después de x años de asesinatos, puede llevar a otros a intentar repetir la fórmula. A mí qué más me da si no duran más que cinco meses, si en esos cinco meses da la casualidad de que ponen una bomba en el autobús de mi hija. Obviamente, no hablo de que dentro de cuarenta años los de Villarriba de Enfrente estemos todavía vivos y reclamando la soberanía perdida, sino de que mañana podemos ponernos a pegar tiros, estimulados por el ejemplo de beneficios de otros nacionalistas luchadores por la libertad de sus pueblos. ¿Dónde está el desprecio a la razón?]
Y claro, la solución de la venganza, eliminarlos a todos, esa robespierada tan civilizada que algunos proponen cíclicamente desde distintos púlpitos [¿dónde, cuándo?] es tan estúpido como la demagogia anterior. Tendrían ETA multiplicada por ocho en tiempo exponencial.
Si España tiene que ser federal que lo sea [pero si ya lo es], no debería haber drama en ello, nada ha sucedido en el resto de los países que lo son, pero me temo que es el miedo al lobo que conviene sacar. Un País Vasco sin escoltas, sin miedo, sin ETA, es un país que puede tener un vuelco electoral considerable [¿Y? Hay unas leyes, un sistema para tomar decisiones, que se discuten públicamente... y así vamos tirando. El sistema se llama 'democracia' y aunque dicen que lo inventaron los griegos hace más de 2000 años, andamos todavía perfeccionándolo.], tanto que igual resulta que se llevaban una sorpresa, pero claro, que para los que aullan les conviene más el miedo al lobo.
Otra frase para la historia ha sido la de que no han pedido perdón. Es inconcebible tamaña estupidez (sobre la que se fabricó hasta un artículo para ilegalizar un partido), o bien es el triunfo de la lobotomización partidista. [No hablaría yo de estupidez. Pero en el fondo estoy bastante de acuerdo. Soy de los que piensan que el perdón y el arrepentimiento no son cuestiones que tengan que implicar a los estados ni a las leyes, sino a los individuos, y de forma íntima además. A mi me importa un bledo que un terrorista se arrepienta y pida perdón, como me importa el mismo bledo que una víctima decida perdonar al terrorista que lo dejó lisiado. Eso ni me ata ni me obliga.]
Naturalmente, tampoco han pedido perdón los fascistas ni los asesinos que fueron esquilmando familias en la postguerra, ni han trasladado a los ladrones y los asesinos a vivir a otras ciudades, y los familiares de los muertos tuvieron que seguir viviendo frente al delator o al verdugo, viendo cómo algunos además vivían en su propia casa, o en sus tierras requisadas. Ni ha habido indemnizaciones a los familiares de los muertos. Y hablamos de una guerra civil! [¡Ah! Pensé que no se iba a dar cuenta de la diferencia, pero sí, otra cosa es lo que deduce de esa diferencia, pero en fin...]. Y ahora resulta que estos terroristas tienen que pedir perdón para que los familiares se queden contentos, que si no...no vale. Tamaña demencia infantiloide!Probablemente sea que esten influidos por la Santa Madre Iglesia, que hace poco le pidió perdón a Galileo.
(Ni vencedores ni vencidos, dijo Aznar -que sabe mucho de orgullo-para negociar con ETA...sus emuladores le superan como no podía ser menos). [Qué obsesión con Aznar el bueno demuestran algunos en estos días.]
En fin, son palos en una rueda que afortunadamente es imparable. [Como metáfora para definir el “pensamiento único” no está mal escogida la imagen].
Decía un amigo, que esto es como el fotomatón, y que algunos iba a salir muy feos. Así és. [Gran verdad]
Ayer fuí al Eroski, a comprar cosas de limpieza, estaba con un par de amigos. Cuando llegamos a la caja, Estrella (maestra, jubilada, de Segovia, residente en BI) traía unas botellas de cava para cada uno. "Para celebrarlo" dijo, y la cajera asintió, "ha sido como si fueran Navidades, todo el mundo se lleva una o varias". [Y después dicen que lo de ETA no tiene nada que ver con Cataluña. Esto lo han tramado los bodegueros, seguro.]
Esperanza, y una gran alegría, por todos, porque no va a haber dolor, no más muertos, nunca más. [Indemostrable. El deseo en el lugar de la realidad, una vez más. Pero yo también hago votos por ello, claro que sí]
Un abrazo Porti, me difumino de nuevo, que todo vuelve a la normalidad.
M.
[OK. Mis mejores deseos, M. Y que viva la normalidad.]