1309
1309 son los días que han pasado desde el 5 de mayo de 2004.
Y ahora tengo la sensación de tiempo cumplido.
Finis coronat opus.
reflexiones de un melómano en calzoncillos
1309 son los días que han pasado desde el 5 de mayo de 2004.
Y ahora tengo la sensación de tiempo cumplido.
Finis coronat opus.
Publicado por Paolo a las 09:44 12 comentarios
La siniestra historia del campo modelo de Terezin (o Theresienstadt) es suficientemente conocida. La música de los más importantes músicos checos que allí fueron confinados antes de su deportación a Auschwitz para su gaseamiento (Pavel Haas, Viktor Ullmann, Hans Krása) se ha ido rescatando en los últimos años, junto a la de otros compositores que fueron igualmente asesinados por el régimen nacionalsocialista alemán. Menos célebres son algunos de los nombres que también recoge Anne-Sofie von Otter en este conmovedor disco dedicado a las víctimas de Terezin, como Karel Svenk, Adolf Strauss, Carlo Sigmund Taube o Ilse Weber.
El caso de Weber resulta seguramente tan dramático como otros muchos, pero lo conocemos mejor, ya que su marido sobrevivió al holocausto y luchó por mantener viva su memoria y su obra (en 1991 se publicó finalmente el libro de poemas que escribió en el campo: In deinen Mauern wohnt das Leid [En tus muros habita el dolor]). Antes de la guerra, Weber escribía cuentos infantiles que publicaba en diversas revistas centroeuropeas. Con la llegada del conflicto, ella y su marido hicieron caso omiso a las advertencias y decidieron permanecer en Checoslovaquia y no emigrar, como habían hecho muchos de sus conocidos ya desde la subida al poder de los nazis. A última hora, mandaron a su hijo mayor a casa de unos amigos en Suecia, pero el pequeño se quedó con ellos. Los tres fueron detenidos y enviados a Terezin en febrero de 1942. Hasta su deportación a Auschwitz, donde la madre y su pequeño Tommy serían asesinados el 6 de octubre de 1944, Ilse trabajó como enfermera. En Terezin, aparte de artistas e intelectuales, malvivían gran número de ancianos y, por supuesto había muchos niños. Ilse componía poemas y nanas que cantaba, acompañándose por una guitarra, a los niños y ancianos enfermos y agonizantes. Von Otter ha grabado algunas. Es imposible escucharlas sin un nudo en la garganta.
Wiegala, wiegala, weier,
der Wind spielt auf der Leier.
Er spielt so süss im grünen Ried,
die Nachtigall, die singht ihr Lied.
Wiegala, wiegala, weier,
der Wind spielt auf del Leier.
Wiegala, wiegala, werne,
der Mond ist die Laterne,
er steht am dunklen Himmelszelt
und Schaut hernieder auf die Welt.
Wiegala, wiegala, werne,
der Mond is die Laterne.
Wiegala, weigala, wille,
wie ist die Welt so stille !
Es stört kein Laut die süsse Ruh,
schlaf, mein Kindchen, schlaf auch du.
Wiegala, wiegala, wille,
wie ist die Welt so stille !
Publicado por Paolo a las 10:41 1 comentarios
Etiquetas: anne-sofie von otter, canción, deutsche grammophon, holocausto, música del siglo XX, nazismo, terezin, theresienstadt
A menos de cinco años del bicentenario, Cádiz resiste...
...con el corazón partío.
Pero la duda que flota en el ambiente es en realidad otra. Por la ley de Memoria Histórica, ¿corresponde al Ayuntamiento de Barcelona la retirada de la placa o se trata de una competencia del Concejo local? Porque de renovarla en 2012 ni hablamos, ¿no?
Publicado por Paolo a las 09:20 0 comentarios
Etiquetas: cádiz, constitución de 1812, españa, viva la pepa
La grandeza de la ópera en la actualidad es que los nuevos intérpretes la hacen más verosímil a cada día que pasa. A ver, después de contemplar y oír esto, quién puede poner el más mínimo pero al asesinato de Carmen...
Publicado por Paolo a las 13:11 3 comentarios
Etiquetas: bizet, carmen, humor, ópera, vaya fauna
Había visto pocos días antes de su muerte El último caballo de Edgar Neville, en la que hacía de un oficinista recién licenciado del servicio que invierte todos sus ahorros en comprar el caballo con el que pasó sus años de milicia para evitar que el ejército lo venda a un promotor taurino y el pobre bruto acabe destripado sobre la arena. Pero ¿dónde había sitio en Madrid a finales de los 40 para un caballo? Fernán Gómez aún no había cumplido los 30 y Neville rondaba los 50, estaba gordo y era ya un genio. Esas imágenes del Madrid de 1949 o 1950... Aunque a lo mejor desvarío, y toda su obra merezca ser quemada en hoguera pública (y el caballo y su jinete con ella, claro).
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También se ha muerto Maurice Béjart, que este verano estuvo en Granada, y era un hombre educado y se mostró siempre agradecido delante de sus anfitriones.
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La Tierra se formó hace unos 4.500 millones de años. Dada la ubicación astronómica y las condiciones físicas del planeta, la aparición de la vida en él era inevitable, y de hecho se produjo casi enseguida. Hace 4.000 millones de años ya estaban aquí las bacterias. Durante los siguientes 3.500 millones de años casi no pasó nada más. Es con la gran explosión vital del cámbrico, hace sólo 500 millones de años, cuando llegan las complicaciones: la vida se expande y los organismos pluricelulares se extienden y ocupan todos los ecosistemas conocidos. Las bacterias contemplaron impertérritas todo ese proceso, acaso lo entendieron como nuevas oportunidades de prosperar, aunque tiendo a pensar que en realidad les importó un comino. Están aquí con nosotros. El humán (que diría Mosterín) es un conglomerado de 10 billones de células que da albergue a 100 billones de células bacterianas. O sea, que nos tienen rodeados. Casi podría afirmarse que nos perdonan constantemente la vida. Cuando nos hayamos ido y ni sombra de los humanes quede sobre la faz de la Tierra, ellas seguirán aquí, tan ricamente. Este es su planeta, que es casi lo mismo que decir que este planeta es suyo. Y es que, en el fondo, no hay nada como ser sencillo para durar mucho. Todo tiende a perdurar en lo simple. Y cuanto más simple, más perdura.
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España es un país de 44 millones de muertos (según las últimas estadísticas).
Publicado por Paolo a las 12:58 2 comentarios
Etiquetas: bacterias, edgar neville, fernando fernán gómez, maurice bejart, vida
J. leyó de un tirón Help a él, la novela inclasificable de Fogwill, antes incluso de que la editorial anunciase su primera publicación en España. Quería dormir, pero no podía; olvidar, y era imposible... Todo lo golpeaba en la soledad fría de la noche. En las imágenes abracadabrantes y alucinógenas provocadas por el jarabe de Vera, que era como el peyote de las ceremonias aztecas, cualquier cosa cabía. El coito interminable, la mezcla de semen, orina, heces y sangre con la que se saciaban los amantes, la sed inextinguible del poeta, el deseo ferviente y macabro de la muerta, porque Vera, aunque hablase y se frotase contra el cuerpo del otro, estaba real y completamente muerta... Y mientras la ficción tomaba fuerza, rellenaba los huecos de la realidad, temblequeaba en la luz tenue del cuarto desnudo, la cama vacía se convertía ante él en el Gran Teatro del Mundo, el Aleph donde todo giraba y se condensaba, visible pero inalcanzable, y la imagen espectral de Vera se fundía justo delante suyo con la de la mujer a la que había amado en noches como aquélla. Y se materializó ante sus atónitos ojos su auténtica dimensión de pulga, quebrada por el peso del vacío y de la cobardía. Todo es inútil. Ninguna repetición es posible. No hay París. Nada se repite. Ni se recupera.
Publicado por Paolo a las 12:55 27 comentarios
Etiquetas: fogwill, j., literatura, novelas
Bien conocida es la anécdota que protagonizó Alfred Deller, cuando un espectador algo atrevido e impertinente se le acercó después de uno de sus conciertos para preguntarle: "Excuse-me, are you eunuc". La respuesta del gran pionero de los contratenores de nuestros días figura ya en la historia del anecdotario de la Historia de la música: "I am unic". Un contratenor no tiene nada que ver con un castrato (afortunadamente para los contratenores), pero hasta hace bien poco en el imaginario de muchos aficionados todavía ambas figuras estaban estrechamente relacionadas, hasta el punto de que hace unos años Carlos Mena comentaba que aún en sus primeros conciertos (Mena nació en 1971, por lo que hablamos ya de los años 90 del siglo pasado) era normal escuchar cuchicheos entre el publico, "casssstrato, casssstrato".
Cuando en 1994 Gérard Corbiau hizo aquella mediocre película sobre Farinelli, los productores optaron por mezclar la voz de una soprano (Ewa Malas-Godlewska) y la de un contratenor (Derek Lee Ragin) para tratar de representar la del gran Carlo Broschi, pero los papeles que en su día cantaron los castrati venían siendo ya interpretados de modo habitual por sopranos, mezzos, contraltos o contratenores, en función de la tesitura en que estuvieran escritos. En enero de 2006 Philippe Jaroussky grabó este disco que aparece ahora, con algo de retraso, dedicado a arias que en su día fueron escritas para Giovanni Battista Carestini, el rival de Farinelli en Londres. Para él escribió Haendel el Ariodante y luego el papel de Ruggiero en Alcina. Jaroussky hace un recorrido por todas las etapas de la carrera de Carestini, y su carácter demuestra que el Cusanino (así era conocido en honor del más célebre de su mecenas, el cardenal Cusani), aparte el virtuosismo de las agilidades, dominaba especialmente las sutilezas expresivas del canto spianato.
"Scherza infida". Ariodante de Haendel. Philippe Jaroussky. Le Concert d'Astrée. Emmanuelle Haïm (Virgin)
Jaroussky canta con extraordinaria brillantez las arias más extravertidas y virtuosas, pero, en mi opinión, en las más expresivas, allí donde se decía que Carestini conquistaba los corazones de las damas, parece algo más frío y lineal que en su anterior trabajo vivaldiano, colocándose un poco por detrás de las grandes referencias. Comparando este "Scherza, infida" con el de Kozená, me quedo con la checa. Hay sin embargo una excepción, un aria del Orfeo de Graun, que en su voz resulta absolutamente conmovedora, pero eso merece ser tema de una futura entrada, que aún queda más de un mes para que termine el órfico año Monteverdi.
Publicado por Paolo a las 12:08 0 comentarios
Etiquetas: ariodante, carestini, castrato, emmanuelle haïm, haendel, música barroca, ópera, philippe jaroussky
Por favor por favor por favor, ¿hay algún alma caritativa entre el público que pueda explicarme qué significa eso de "salvar el clima"? ¡Ya!
Publicado por Paolo a las 19:25 2 comentarios
Etiquetas: cambio climático, clima, greenpeace
Como en su día ya me declaré insumiso al régimen andalucista labrado a golpe de ley, ahora me resulta bastante fácil solidarizarme con Alejo Vidal Quadras ante la riada interminable de los ataques de cretinos integrales de todo pelaje que está recibiendo, incluidos miembros de su propio partido. Pese a la, en el fondo innecesaria, aclaración, la intelligentsia andalucista (la castellanización del sustantivo sería un insulto a la Humanidad) se refocila ante la ocasión de presentar un nuevo agravio a la lista de opresiones seculares que viene padeciendo desde hace milenios el sufrido pueblo andaluz. Yo creo que lo que tendrían que hacer es emprender cuanto antes, como sugería Baltanás hace unos días, la tarea demasiado tiempo aplazada de la reedición de las obras completas del Padre de la Patria Andaluza. Yo mismo, tan interesado en su figura, apenas he podido seguirlo por citas de terceros (habitualmente, de sus panegiristas). Y es que si entras en la sección de libros de El Corte Inglés y escribes su nombre en el espacio destinado para los autores (sin más variables), el mensaje que te ofrecen es el siguiente: "Con los datos que nos has aportado, la búsqueda solicitada no ha obtenido ningún resultado". Repetir el proceso en La Casa del Libro da un poco más (pero muy poco más) de suerte, aunque conviene fijarse en las fechas de publicación. Ni una búsqueda a la desesperada en Iberlibro, la librería online de los agotados y raros, aporta mejores perspectivas. Muy pobre para tratarse de un personaje tan ilustre que merece su cita en el preámbulo de un documento político de la importancia del Estatuto Andaluz.
Urge, urge que los andaluces y las andaluzas tengan a su alcance convenientemente recopilado todo el pensamiento de su padre. A lo mejor ante párrafos como éstos, la mente se les ilumina a los cretinos intelectuales que desprecian todo aquello que no entienden:Nosotros [a los andaluces se refiere] no podemos, no queremos, no llegaremos jamás a ser europeos. Pero jamás hemos dejado de ser lo que somos de verdad: esto es, andaluces, euro-africanos, euro-orientales, hombres universalistas, síntesis armónicas de hombres.
Respiren.
[...]
¡Europa, no; Andalucía! Europa es por su método, la especialización que convierte al individuo en pieza de máquina. Andalucía por el suyo, es la integridad que apercibe al individuo como un mundo completo ordenado al mundo creador. Europa es el individuo para la masa. Andalucía, el individuo para la Humanidad. Europa es el feudalismo territorial e industrial, Andalucía, el individualismo libertario que siente el comunismo humano, evolutivo, único comunismo indestructible por ser natural, el que añoraron todos los taumaturgos; aquel que tiene un alma en la aspiración, que cada individuo llegue en sí a intensificar, de crear por sí, pero no para sí, sino para dárselo a los demás. Ese único comunismo posible que no puede llegar a crearse por artificio maquinista, sino por la alegría y por el espíritu que la alegría viene a crear. Europa es el empaque dominador megalómano, rabiosamente utilitario. Andalucía es, como decía no sé quién, como son sus casas de apariencia humilde, con patios, jardines centrados por fuentes; sencillez por fuera; iluminación por dentro.
Publicado por Paolo a las 15:32 7 comentarios
Etiquetas: alejo vidal quadras, andalucía, andalucismo, blas infante, estatuto de andalucía
Despidieron a Orfeo, el hijo de Eagro, del Hades con las manos vacías, después de mostrarle un fantasma de su mujer, en cuya búsqueda había ido; y tras la negativa a concedérsela a causa de su apariencia débil, ya que era un citarista, y porque parecía no atreverse a morir por amor, como Alcestis, sino que había planeado la forma de entrar vivo en el Hades, por todo ello, pues, le aplicaron un castigo, e hicieron que su muerte fuera a mano de mujeres.Dejemos al margen (por el momento) el resto de la sugerente cita, que documenta los prejuicios de Platón hacia la práctica musical, y centrémonos en el personaje de la esposa, en Eurídice, un fantasma, apenas una sombra que cruza por la escena con el único fin aparente de enaltecer la hazaña de Orfeo, el poder mágico de la música. Eurídice es una ninfa terrestre de Tracia que un día conoce a Orfeo y queda prendada de él. Todos conocemos la causa de su muerte (la mordedura de una víbora), aunque a menudo se elude que el suceso se produce mientras huye de Aristeo, pastor rival de Orfeo, que también la corteja. Ni Ottavio Rinuccini en su libreto para Jacopo Peri ni Alessandro Striggio en el suyo para Claudio Monteverdi mencionan la cuestión. En ambos casos, la noticia de la muerte de Eurídice es difundida por un tercer personaje, que cuenta el incidente ocurrido a la ninfa mientras cogía flores para confeccionar su guirnalda nupcial. Parece que las fábulas pastoriles no admitían las disputas amorosas entre varones.
[Platón, Banquete, 179d]
Donne, ch'a¡ miei diletti
rasserenate si lo sguardo e 'l volto,
che dentro a' vostri petti
tutto rassembra il mio gioir raccolto,
deh come lieta ascolto
i dolci canti e gl'amorosi detti,
d'amor, di cortesia graditi affetti!
Ahi, vista troppo dolce e troppo amara!Monteverdi usa el estilo recitativo, con el solo acompañamiento del bajo continuo, como Peri, pero todo es aquí tan distinto... La forma en que el compositor mezcla el doloroso patetismo con el éxtasis amoroso, potenciando ambos sentimientos mediante recursos puramente musicales, señala con claridad la distancia que separa al artesano del genio. El primer grito de Eurídice es de dolor: "Ahi". La mirada de Orfeo la ha traspasado, pero ¿mortal o amorosamente? Ni la propia ninfa lo entiende: es una visión dulce, pero amarga, y Monteverdi refuerza esta sensación de ambigüedad mediante el uso del cromatismo (en el bajo y en la voz) y con el juego sutil de los madrigalismos, mediante el uso de disonancias y consonancias. La primera disonancia, brutal, sobre "troppo" parece diluirse en el ascenso luminoso sobre la palabra "dolce", que suena casi celestial, un recurso que sólo sirve para contrastar aún más la amargura, con la vuelta del cromatismo en "troppo amara". El resto de la estrofa se desliza hacia el dolor más acongojante. Una nueva disonancia sobre "Così per troppo amor" parece quedar en suspenso con un silencio, para luego agudizarse con intervalos descendentes, que culminan en un salto de absoluta desesperanza sobre "misera" de extraordinario efecto: es una caída al vacío de la nada. Sin embargo, en el centro mismo de ese sentimiento de angustia por la pérdida definitiva de la luz, de la vida, Eurídice tiene presente la imagen del amado, y Monteverdi lo deja claro con un ascenso al límite de su registro agudo ("ben più caro"), antes de que la realidad termine imponiéndose y el personaje se resigne a su suerte con una tenebrosa cadencia final. Uno de los momentos más prodigiosos de toda la historia de la música.
Così per troppo amor, dunque, mi perdi?
Ed io, misera, perdo
il poter più godere
e di luce e di vita, e perdo insieme
te, d'ogni ben più caro, o mio consorte.
Publicado por Paolo a las 10:12 0 comentarios
Etiquetas: eurídice, monteverdi, música barroca, ópera, orfeo, peri
Superpablo (Ferrol, España):
La frase más graciosa es cuando una alumna apesadumbrada se pregunta retóricamente en alto "¿Y ahora, qué debo hacer?" y le responde otra, que estaba escondida, "Debes morir" y la mata.
Publicado por Paolo a las 09:57 6 comentarios
Etiquetas: battle royale, cine, kinji fukasaku, manga, real como la vida misma
Mi sentido común no me engaña: ya sé quién tendrá la culpa del próximo atentado.
Publicado por Paolo a las 13:36 0 comentarios
Etiquetas: estamos hasta los huevos
Para empezar, el muñidor del término no tuvo un buen día. El común piensa ahora que el clima era hasta hoy algo fijo e inmutable, y además absolutamente benéfico para las criaturas todas del globo, como hecho por Dios. Los dogmas y sus Escrituras los conocemos ya, a los sacerdotes y a los excomulgados los vamos conociendo, pero ¿tendrá esta nueva religión su transubstanciación, sus reencarnaciones y su karma?
Publicado por Paolo a las 13:16 19 comentarios
Etiquetas: cambio climático, clima
[...]y quizás en los claros umbrosos del monte Olimpo donde
antaño Orfeo tocando la cítara reunió con sus cantos a los
árboles, reunió a las fieras agrestes.
[Eurípides, Bacantes, 560-564]
Da stieg ein Baum. O reine Übersteigung!O sea, Orfeo es un vulgar mago.
O Orpheus singt! O hoher Baum im Ohr!
Und alles schwieg. Doch selbst in der Verschweigung
ging neuer Anfang, Wink und Wandlung vor.
Tiere aus Stille drangen aus dem klaren
gelösten Wald von Lager und Genist;
und da ergab sich, daβ sie nicht aus List
und nicht aus Angst in sich so leise waren,
sondern aus Hören. Brüllen, Schrei, Geröhr
schien klein in ihren Herzen. Und wo eben
kaum eine Hütte war, dies zu empfangen,
ein Unterschlupf aus dunkelstem Verlangen
mit einem Zugang, dessen Pfosten beben, -
da schufst du ihnen Tempel im Gehör.
[Rainer Maria Rilke. Sonetos a Orfeo. Soneto I.]
Entonces ascendió un árbol. ¡Pura superación!
¡Oh, canta Orfeo! ¡Alto árbol en el oído!
Y calló todo. Pero aun en este callar
surgió un nuevo comienzo, seña y transformación.
Animales de silencio se abrieron paso, salieron
del claro bosque libre, de lechos y guaridas;
y se vio que no era por astucia
por lo que estaban, en ellos, tan callados
sino por escuchar. Rugidos, gritos, bramidos
parecían pequeños en su corazón. Y donde hacía un momento
hubo una choza apenas que recogiera esto,
un refugio del más oscuro deseo,
con una entrada de jambas temblorosas,
tú les creaste un templo en el oído.
[Traducción de Eustaquio Barjau]
Publicado por Paolo a las 09:53 0 comentarios
Etiquetas: eurípides, furio zanasi, gilbert deflo, jordi savall, max, monteverdi, música barroca, ópera, orfeo, rilke
Por razones no del todo comprensibles, la recuperación del legado operístico barroco se ha centrado en dos polos extremos. Por un lado, el estilo temprano, centrado casi exclusivamente en Monteverdi; por el otro, los grandes maestros tardíos, con Haendel (y recientemente Vivaldi), como los principales objetivos de los desenterradores. El caso de Monteverdi es comprensible, por su absoluta y fácilmente accesible genialidad y porque su legado lírico se reduce a tres obras (aunque la última no le pertenece en exclusiva, como se sabe hoy), por lo que su recuperación entraba dentro de las posibilidades de teatros, músicos y dramaturgos de casi cualquier condición. En el caso de Haendel pesan distintas consideraciones, aunque no juega desde luego un pequeño papel ni su condición de músico británico ni la popularidad sostenida en el tiempo de algunas obras, que lo convertían en un muy adecuado representante del belcanto barroco. Y en medio, ¿qué? Porque cualquiera que escuche Il ritorno di Ulisse in Patria y a continuación Rodelinda se dará cuenta enseguida de que algo tuvo que pasar entre medias.
Pues sí. En medio estuvo, entre otros, Pier Francesco Cavalli (nacido Caletti), figura fundamental de la ópera veneciana del siglo XVII, en la que pueden seguirse los cambios trascendentales que llevaron del estilo recitativo de Monteverdi al belcanto de Haendel. Y sin embargo, las óperas de Cavalli apenas se graban y casi no se programan en los teatros. Si las grabaciones de Giasone y Xerse por René Jacobs en los años 80 del siglo pasado parecían abrir una importante veta para quien quisiera aprovecharla, lo cierto es que un cuarto de siglo después el panorama es bastante desalentador. Curioso, en este sentido, constatar que otra grabación de Jacobs realizada unos años después (Giulio Cesare) sirviera para impulsar de forma decisiva el revival haendeliano.
Desde entonces, todo lo que se ha grabado de ópera de Cavalli puede contarse con los dedos de una mano: la famosa Calisto de María Bayo y, otra vez, de Jacobs; la Didone (muy cortada) de Thomas Hengelbrock; la Statira de Florio; Gli amori d'Apollo e di Dafne de Alberto Zedda; y una nueva Didone (en DVD, ésta) de Fabio Biondi. Todo ello antes de este extraordinario Ormindo de Jérôme Correas, que inaugura así la segunda mano. (Anterior era la Calisto de Raymond Leppard, que Decca ha reeditado en una serie marginal, que nunca he visto distribuida en España.)
No es mucho, si se tiene en cuenta que han sobrevivido en torno a los 30 títulos operísticos de Cavalli, y que en ellos se documenta a la perfección la evolución de la ópera veneciana en los dos últimos tercios del siglo XVII. Pero es que más allá del interés documental e histórico, la música de Cavalli es siempre, sea en el estilo más cercano a su maestro Monteverdi o ya metido en berenjenales belcantistas, de una gracia, una elegancia, una variedad melódica y una riqueza de efectos dramáticos deslumbrantes. Ormindo se estrenó en 1644, por lo que pertenece a su primera etapa (Monteverdi acababa de morir el año antes). Domina el stilo recitativo, pero las partes líricas (arias, ariosos) empezaban a proliferar ya, aunque aún se integraban en el drama con una flexibilidad que pronto se rompería con el triunfo de la estructura en números cerrados. La obra se abre en cualquier caso con un Prólogo que presenta a un personaje alegórico (tan característicos de las óperas de su maestro), en este caso la Armonía, en el que la declamación se combina con las agilidades ornamentales de forma por completo extasiadora. A esa sensación coadyuva, no lo negaré, la interpretación, para mí absolutamente colosal, de Sandrine Piau, un jilguero con alma.
Publicado por Paolo a las 11:51 2 comentarios
Etiquetas: cavalli, haendel, jérome correas, monteverdi, música barroca, ópera, sandrine piau
El problema fundamental de Alessandrini es que, por mucho que se empeñen, Furio Zanasi no es Orfeo.
La voz es baritonal, puede que adecuada por color para el tránsito por el Infierno, pero demasiado poco flexible para el cantar passaggiato del "Possente spirto" o del dúo final con Apolo. Exactamente el mismo problema que Gabriel Garrido tuvo con Víctor Torres. Emmanuelle Haïm supo resolverlo bien: elevó el diapasón y le dio el papel a Ian Bostridge, un prodigio de agilidad. En último término, prefiero a Mirko Guadagnini con Cavina, quien además en los actos pastoriles hace trizas a Zanasi. El problema de Cavina es su incapacidad para mantener la tensión dramática en el Hades. Ahí se le cae todo Monteverdi (y no sólo Orfeo). Garrido abrió la vía para los Orfeos mediterráneos, apasionados y ardientes, con continuos riquísimos y sonoridades luminosas y esplendentes, pero ¿por qué Torrres, Gabriel, por qué? Por esa grieta fueron desfilando luego todos, incluidos Cavina y Alessandrini, los últimos en llegar. Rinaldo, a ti hasta te perdono lo de Zanasi, a lo mejor es que no hay otro, quizá es que desde Francesco Rasi no ha habido cantante capaz de combinar las disminuciones en los agudos (de tenor) con esa tesitura que por los graves es en realidad la de un barítono, pero, de verdad, ¿hacía falta que en el baile los pastores batieran el récord del mundo de velocidad? Por ejemplo, en "Vi ricorda o boschi ombrosi", Orfeo contrasta su felicidad de enamorado con los tormentos de despechado de antaño, no trata de llegar a parte alguna. Está gozando y regodeándose en su estado y con la contemplación de la naturaleza que lo rodea, no tiene ganas de que su canción se acabe (y el oyente tampoco, la melodía es tan bella y sugerente...).
En lontananza, el viejo Harnoncourt se mantiene subido al pedestal, contemplando los campos de Tracia, quién sabe si sonriéndose y pensando, ¡ay, si yo hubiera tenido estos instrumentistas!
Sol per te, bella Euridice,
benedico il mio tormento:
dopo il duol si è più contento,
dopo il mal si è più felice.
Publicado por Paolo a las 20:50 5 comentarios
Etiquetas: claudio cavina, emmanuelle haïm, fruio zanasi, gabriel garrido, monteverdi, música barroca, naïve, nikolaus harnoncourt, ópera, orfeo, rinaldo alessandrini
El conflicto psicológico que causa cumplir años y más años conduce a menudo a maniobras relativistas de distracción. Así que pensaba yo el otro día que qué eran unas pocas décadas, que pueden contarse con los dedos de una mano, al lado de los siete mil años (por lo menos) de andadura de un lendakari al frente de su Pueblo o los cientos de millones de años de aventura de los mamíferos sobre nuestro planeta. En fin, que retrocediendo más y más acabé recordando el nombre de Clair Patterson (recomendable recurrir a la fuente original), científico americano a quien debemos la más exacta medición de la edad de la Tierra: 4.550 millones de años (con un margen de error de 70 millones, por exceso o por defecto). Patterson expuso sus cálculos en 1953 y medio siglo después su aproximación se sigue considerando correcta. Debemos también a Patterson el desarrollo del método de los testigos de hielo que se usa hoy en los estudios paleoclimatológicos y, lo que es más importante, la eliminación del plomo de los combustibles, que consiguió tras embarcarse en una lucha personal y desigual contra poderosísimas corporaciones industriales, que usaron métodos directamente mafiosos para acallar sus denuncias (al estilo de lo que suelen hacer todavía las tabacaleras, y que tan bien se describen en The Insider). Clair Patterson murió en 1995. Jamás ganó el premio Nobel. Uno piensa en Kissinger, en Arafat, en Pérez Esquivel, en Menchú o en Gore y se le abren las carnes.
Publicado por Paolo a las 10:10 0 comentarios
Etiquetas: clair patterson, edades, premio nobel, tierra
Todo se puede decir con una sonrisa.
Qué curioso. Es lo mismo que pensaban los protagonistas de Funny games.
Publicado por Paolo a las 12:14 8 comentarios
Etiquetas: cine, funny games, michael haneke, psoe, zapatero
1998 El ex dictador chileno Augusto Pinochet es detenido en Londres por orden del juez Garzón.
1989 Un terremoto causa 300 muertos en San Francisco.
1985 España: primer sorteo de la lotería primitiva.
1983 Muere el ensayista Raymond Aron.
1973 Los países productores de petróleo deciden reducir la producción.
1956 Se inaugura en Gran Bretaña la primera central nuclear del mundo.
1938 Muere el teórico socialista Karl Kautsky.
1934 Fallece el histólogo y Premio Nobel Santiago Ramón y Cajal.
1920 Nace el actor Montgomery Clift.
1920 Nace Miguel Delibes.
1919 Se inaugura la primera línea de metro española en Madrid.
1918 Nace Rita Hayworth.
1915 Nace el dramaturgo Arthur Miller.
1912 Bulgaria, Serbia, Grecia y Montenegro declaran la guerra a Turquía.
1911 Aprobadas las bases para la Mancomunidad de Cataluña.
1867 Nace el arquitecto Josep Puig i Cadalfach.
1849 Muere el compositor Frédéric Chopin.
1813 Nace el dramaturgo Georg Büchner.
1797 Paz de Campoformio.
1777 Batalla de Saratoga.
1760 Nace el filósofo Claude Henri de Rouvroy, conde de Saint-Simon.
1744 Muere el constructor de violines Giuseppe Antonio Guarneri.
1483 Torquemada es nombrado por el papa Inquisidor General de Cataluña, Aragón y Valencia.
1066 Inglaterra: batalla de Hastings.
7000 B. P. El lendakari Ibarretxe da a luz al Pueblo Vasco. (Aquí, más)
Vía: www.elalmanaque.com
Publicado por Paolo a las 08:57 6 comentarios
Etiquetas: efemérides, estamos hasta los huevos, ibarretxe, país vasco
Joel Frederiksen es un bajo cantante americano con nombre de vikingo y aspecto de vikingo que ha montado un conjunto, Ensemble Phoenix Munich (mucha cuerda pulsada, flauta, viola, percusión, voces naturales), para interpretar el sugerente repertorio de las baladas y danzas inglesas, escocesas e irlandesas antiguas, repertorio con el que acaba de presentar este disco en Harmonia Mundi. El CD lleva por título The Elfin Knigth, que es el de una balada mítica que el folclorista americano Francis J. Child identificó como el origen común de otras piezas populares, entre ellas la famosa Scarborough Fair, que Frederiksen y su grupo interpretan en una versión supuestamente primitiva, Whittingham Faire.
Are you going to Whittingham Fair?Las variantes (también textuales) pueden apreciarse por ejemplo en una de las versiones más conocidas de la balada, la que hizo Paul Simon (ya con el título con el que se ha popularizado) para un disco titulado precisamente Parsley, sage, rosemary and thyme, a través del cual yo la conocí hace ya demasiados años. Luego, Simon and Garfunkel la cantaron muchas veces, como en su concierto mítico de Central Park el 19 de septiembre de 1981, el día de su (primer) reencuentro.
Parsley, sage, rosemary and thyme;
Remember me to one who lives there,
For once she was a true love of mine.
Tell her to make me a cambric shirt,
Parsley, sage, rosemary and thyme;
Without any seam or needlework,
For once she was a true love of mine.
Tell her to wash it in yonder well,
Parsley, sage, rosemary and thyme;
Where never spring water nor rain ever fell,
For once she was a true love of mine.
Tell her to dry on yonder thorn,
Parsley, sage, rosemary and thyme;
Which never bore blossom since Adam was born,
For once she was a true love of mine.
Non he has asked me questions three,
Parsley, sage, rosemary and thyme;
I hope he will answer as many for me,
For once she was a true love of mine.
Publicado por Paolo a las 10:59 2 comentarios
Etiquetas: balada, harmonia mundi, joel frederiksen, música antigua, música popular, paul simon, sarah brigthman, scarborough fair, simon and garfunkel
De Rousseau es bien conocida su faceta como el pensador que hizo un hueco al sentimiento en el universo racionalista de los ilustrados, pero su tarea como músico téorico y práctico ha sido a menudo ninguneada, cuando no directamente repudiada. Se recuerda su papel en la famosa Querelle des Buffons, como defensor de la música italiana frente a la francesa, que representaba Rameau, o lo que es lo mismo, el dominio de la melodía frente al de la armonía. Se han destacado (lo hizo el mismo Rameau) sus errores en los artículos musicales de L'Enciclopédie, que él mismo reconocería con modestia. Al fin y al cabo, Rousseau se tuvo siempre por un músico aficionado, que se atrevió sin embargo con el género lírico (sabido es que despreciaba la música instrumental). El intermezzo en un acto Le devin du village ha alcanzado cierta relevancia en nuestros días. Tenemos por aquí el libreto y hasta dos grabaciones discográficas, la clásica de René Clemencic y una nueva, de cuya existencia no tenía noticia hasta hoy, registrada en CPO. Pero la labor de Rousseau en torno a la música adquiere un valor extraordinario con su Diccionario, que cosechó, antes incluso de su publicación en 1767, todo tipo de improperios, pese a lo cual tuvo extraordinaria circulación en la Europa de su época y fue a menudo plagiado de forma escandalosa hasta por los mismos que lo denostaban. Todo ello puede leerse en la estupenda introducción que escribe José Luis de la Fuente Charfolé a su traducción de la obra para la primera edición que de ella se hace en castellano, y que acaba de presentar el sello Akal, un hito de especial significado si se tiene en cuenta que hasta ahora sólo existía una traducción completa al inglés (muy antigua además) y algunas breves antologías en otros idiomas.
Para mí, esta edición supone un extraordinario regalo (en todas las acepciones posibles del término), pues por encima de los posibles prejuicios del autor, lo que queda es una prosa de una elegancia que invita a leerlo de principio a fin, como una novela. Así lo dijo Charles Burney en una carta a Pierre Guy: "M. Rousseau será, por así decir, el héroe de esta historia y además he de decir afortunadamente al público que entre tantos miles de libros que se han escrito al respecto, su Carta sobre la música francesa y su Diccionario de música son prácticamente los únicos que se pueden leer con gusto, por lo que hemos de convenir que ha procurado mayor bien a la música que todos los escritores juntos, en lo concerniente al buen gusto y al refinamiento de este arte". Dicho queda.
Bastan dos ejemplos, el comienzo de dos entradas especialmente ricas en posibilidades lexicográficas, para entender el placer que cualquier buen paladeador de las artes literaria y musical puede obtener de este volumen:
música. Arte de combinar los sonidos de una manera agradable al oído.Nuestros oídos quedan agradablemente impresionados.
melodía. Sucesión de sonidos de tal manera ordenados según las leyes del ritmo y de la modulación, que produce una sensación agradable al oído. La melodía vocal se llama canto, y la instrumental, sinfonía.
Publicado por Paolo a las 11:40 1 comentarios
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patria. (Del lat. patria). f. Tierra natal o adoptiva ordenada como nación, a la que se siente ligado el ser humano por vínculos jurídicos, históricos y afectivos.
[DRAE, vigésima segunda edición, 2001]
1. Pocas veces estaré más de acuerdo con una definición del Diccionario de la Academia. Poco tengo que añadir en este sentido que no haya escrito en días pasados. Los vínculos jurídicos de la nación (la nación de ciudadanos) son la garantía de nuestros derechos individuales, de nuestra seguridad, de la igualdad de todos ante la ley, pero una nación no es sólo eso: la nación tiene un fundamento histórico (y desde luego es anterior a la noción de ciudadanía como la concebimos hoy), un desarrollo en el tiempo, se soporta en la trama creada por la vida en común de sus gentes, que ha forjado una serie de vínculos afectivos y de intereses que son vitales para su existencia y su buena salud. Por supuesto que la base de la vida nacional es el armazón jurídico que lo sustenta, pues los vínculos afectivos son subjetivos y asimétricos, pero también reales, existentes, innegables, y además por completo necesarios. La pretendida asepsia sentimental que muestran ante estas cuestiones algunos izquierdistas, ácratas y ultraliberales de distinto signo (los extremeños se tocan) me parece en la mayor parte de los casos producto de una pose forzada y falsa.
Desde esta perspectiva, podríamos atribuir a los símbolos la función de actuar como una argamasa que fundiera los tres términos de la definición: son garantía de la seguridad jurídica (de ahí, por ejemplo, que Fernando Savater afirmara hace unos días que la bandera española representa hoy en el País Vasco garantía de respeto a los derechos del ciudadano), han sido fijados por ley de acuerdo a su especial significación histórica y sirven como elemento para identificarnos en torno a una causa común, que puede ser, entre muchas otras, un acontecimiento deportivo internacional, una guerra o una situación delicada vivida en el extranjero (¿dónde mejor acudir que al lugar en el que ondea la bandera de tu país?).
En condiciones normales, soy de los que piensa que hay que evitar cualquier tipo de estridencia simbólica: las banderas cuelgan de los mástiles que les corresponde y el himno suena cuando tiene que hacerlo en función del protocolo, y ya está. Personalmente no he enarbolado una bandera ni cantado un himno en mi vida. Pero a nadie escapa que no vivimos en condiciones normales, con un proceso de descomposición nacional abierto y el ultraje a la nación (esto es, a sus ciudadanos) a través de sus símbolos que se ha generalizado en las últimas semanas en determinadas zonas del país. Y en momentos así, están plenamente justificadas las invocaciones a hacer un uso sin complejos de los símbolos que nos representan a todos, a honrarlos, en cuanto tienen un valor simbólico (sospecho que algunos no conocen todavía el significado del término) que no sólo garantizan el imperio de la ley y el respeto de nuestros derechos, sino que apelan a los sentimientos mayoritarios de afecto entre compatriotas. Y si el Gobierno, acomplejado y débil, no es capaz de asumir este papel, no veo cuál es el problema de que lo haga el jefe de la oposición (y eso no quita para que esté de acuerdo con muchos otros en que el famoso vídeo de Rajoy resulta cutre y rancio, y en que él está francamente mal, acartonado y artificial).
2. Decía Cela, creo que citando en parte a Pío Baroja, que la diferencia entre el nacionalista y el patriota es que el nacionalista cree que su tierra es la mejor del mundo, mientras que el patriota lo que piensa es que su tierra merece lo mejor del mundo. La definición del DRAE recoge sin duda este sentido, con el que estoy plenamente de acuerdo. No deja de resultar curiosa la evolución de la izquierda política y sociológica española en los últimos 70 años con respecto a los conceptos de "patria" y "patriota". Los republicanos (con Azaña, Negrín, Prieto, Machado y Unamuno a la cabeza) se consideraban a sí mismos grandes patriotas. Sentían como un orgullo el estar dispuestos a ofrecer lo mejor de cada uno para el bien de la nación. Lo contrario era un insulto. De ahí sin duda el desgarro que muchos sintieron al ser tratados por el bando vencedor de la Guerra Civil como "antiespañoles" (y no cabe duda de que ahí está parte del origen del descrédito de los "patriotas" entre la izquierda española). Pero es que el término "patriota" sigue significando en el resto del mundo lo mismo que durante la Segunda República española, no hay motivos para cargarlo con ningún otro sentido espurio. Ya no hay excusas. Franco murió hará pronto 32 años. Un patriota es el que está dispuesto al sacrificio personal (y no pienso necesariamente en términos dramáticos, que sería el sacrificio llevado a su límite) por el bien colectivo, que es, por otro lado, un impulso biológicamente natural, incluso egoísta (mirándolo desde el punto de vista evolucionista está absolutamente claro), pues el bien del colectivo en el que vives es tu propio bien y el bien de tus hijos. ¿Que tiene usted problemas para identificar dónde está el bien y dónde el colectivo? Entonces es que usted tiene, en efecto, un problema.
Publicado por Paolo a las 17:42 22 comentarios
Etiquetas: bandera, españa, nación, nacionalismo, patria
Fracasadas tantas revoluciones, llega una nueva.
El gobierno de progres(o) de Sevilla impulsa con decidido afán, digno del gran Faroni, el anarcociclismo.
Lo último, esta mañana. Abro la puerta cargado con la compra y se me vuelve un ciclista para reprenderme con severidad por no respetar su prioridad en el cruce entre la cocina y el salón de mi casa.
Publicado por Paolo a las 11:33 0 comentarios
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Para J., el problema básico de los moralistas no era otro que el de la incapacidad para encontrar (o inventar) un sistema en el que cada comportamiento hallara, incluso desde la primera vez que se hiciera manifiesto, natural acomodo en un espacio único y distinto de la regla general, de tal manera que el juicio que mereciera fuera simple e inexcusable, primario, como el cyan en la ruleta de los colores. Un orden de la vida en el que todo estuviera previsto de antemano y encajara en el universo ético con la elegancia de los elementos en la tabla periódica de Mendeleyev, ordenados verticalmente por sus valencias electrónicas, horizontalmente por su número atómico con tal armonía y distinción que a cada uno, aun a los que ni siquiera se conocen todavía, les corresponde (les espera) su cuadrícula, perfectamente individualizada y singular, y todos juntos, actuando en relaciones insospechadas para los sentidos, componen la materia de la que están hechas las cosas, la vida. Al fin y al cabo, el orden que han creído atrapar siempre las religiones sin conseguirlo, tan atadas a la historia e impotentes ante la casuística en permanente transformación de los actos humanos como los sistemas filosóficos más complejos. J. no dejaba de sorprenderse con la forma en que el hombre, mecanismo de reproducción de genes como la amapola o el zorzal, escapaba tan insistentemente a las leyes más simples de la naturaleza.
Publicado por Paolo a las 08:36 0 comentarios
Etiquetas: j., mendeleyev, moral, moralistas, química, religión, tabla periódica
Escribe hoy José María Ruiz Soroa en El Correo:
Éste es un artículo que me hubiera gustado no escribir nunca, lo reconozco. Pero hay realidades que nos interpelan con toda su crudeza a quienes creemos en el Estado de Derecho, unas realidades ante las que callar es pura y simplemente hacerse cómplice de un estado de cosas inadmisible.Y a uno no le queda más que aplaudir.
La realidad viene dada por esas detenciones masivas de miembros de la ilegalizada Batasuna, de los actuales componentes de su dirección y de sus sustitutos. Viene también plasmada en esos expeditivos autos de prisión para quienes han promovido o encabezado recientes manifestaciones. Medidas judiciales que están en directa contradicción con el comportamiento observado por los mismos órganos estos dos últimos años, durante el llamado proceso de paz, cuando consideraron que comportamientos idénticos de las mismas personas no constituían ilícito penal alguno. Esta contradicción flagrante es la que nos interpela: la de que unas mismas conductas puedan ser sancionadas penalmente o no según el momento en que ocurran, que lo que todavía ayer era actividad legítima de la izquierda abertzale sea hoy ilegítima actividad de un partido político proscrito. O viceversa. Porque, sencillamente, eso no puede ser en un Estado de Derecho.
Aparte del silencio y del mirar para otro lado, sólo hay una salida para esta contradicción. La de apelar al criterio de oportunidad en la aplicación de las leyes, o lo que es lo mismo, al principio de que las leyes deben ser interpretadas teniendo en cuenta las circunstancias del tiempo en que van a ser aplicadas. Se supone que este principio permitía el año pasado ignorar las actividades criminales de unas personas porque había un proceso de paz en marcha, mientras que ahora que tal proceso ha descarrillado permite encarcelarlas. ¿No les suena esto más bien a un principio de simple y pura represalia, de una justicia de amigo/enemigo? Y es que cualquier jurista sabe que el principio de oportunidad tiene muy poco, si alguno, lugar en la aplicación de las leyes penales. Que precisamente porque se trata de normas que restringen derechos individuales no cabe hacer con ellas interpretaciones sociológicas u oportunistas, sino sólo garantistas.
Preciso es reconocer, aunque nos duela a los que creemos en el Estado de Derecho, que lo que nos muestran estos comportamientos de la Audiencia Nacional es la desagradable imagen de la 'justicia del cadí', es decir, la pura y simple arbitrariedad de unas personas que deciden conforme a sus particulares criterios de oportunidad y justicia lo que debe ser tolerado o reprimido en cada momento. La arbitrariedad no es lo contrario de la justicia, como suele creerse. La decisión libre del cadí puede ser materialmente justa, puede perfectamente cumplir con el valor de la justicia y equidad. Meter en la cárcel a los miembros de Batasuna puede ser un trato equitativo para con sus méritos. Pero, y esto es lo importante, la arbitrariedad es siempre contraria al Estado de Derecho, porque éste se basa en el principio de que quienes nos gobiernan son las leyes, no los hombres (el 'rule of law' y el 'due process'). Son las leyes en su generalidad y abstracción las que deciden quiénes van a la cárcel y cuándo, a través de un proceso imparcial e igual para todos. No pueden decidirlo los criterios, por justicieros que sean, de unos jueces concretos.
Lo malo de la situación actual no es que, como dice el Gobierno vasco, se estén rompiendo puentes de interlocución con ETA. Ésa es una apreciación, de nuevo, típicamente oportunista y contextual. Según eso, si uno es 'puente de interlocución' puede delinquir a gusto, pero no si es un simple ciudadano. No, los comportamientos arbitrarios de estos últimos meses hacen algo mucho peor: rompen un hilo de confianza. Y, precisamente por ello, contaminan retroactivamente muchos de los procesos judiciales seguidos en la Audiencia Nacional. Porque si un juez puede exhibir ahora tal grado de arbitrariedad, ¿quién nos garantiza que antes no fue igual de arbitrario y justiciero? Cuando hace ya años decidió ilegalizar preventivamente un partido político, cuando durante años ha mantenido abierto el sumario convirtiéndose de hecho en una especie de permanente fielato de lo permitido/prohibido, cuando ha adoptado multitud de decisiones restrictivas de derechos, ¿quién nos dice que no actuó con unos criterios de oportunidad tan burdos y extrajurídicos como los que ahora exhibe? Romper la confianza del ciudadano en el funcionamiento regular de su Estado de Derecho tiene estas consecuencias. Porque una vez quebrado el hilo intangible con que se cose su trama, todo él empieza a desflecarse.
Estoy seguro de que el mundo abertzale entiende perfectamente esta lógica de funcionamiento: cuando había un proceso de diálogo nos premiaban, cuando lo rompemos nos castigan. Implacablemente. Pero lo entienden porque ellos creen que el poder no es sino fuerza bruta que se aplica en función de los intereses de cada uno, por mucho que se revista del ropaje jurídico. Pero los que tenemos otra concepción del poder legítimo no entendemos ya nada. O demasiado.
Publicado por Paolo a las 19:13 5 comentarios
Etiquetas: batasuna, el correo, estado, eta, justicia, ruiz soroa, terrorismo