domingo, 5 de marzo de 2006

Nihilistas


He visto el periódico en el quiosco, los dos adjetivos con su pizpireta copulativa interpuesta, y he dado un respingo. No por sorpresa, sino porque hoy no tendría más remedio que escribir sobre monseñor Cañizares, y me da mucha pereza. La nada cogidita de la mano del Estado laico, mientras se invoca a la “recta razón” y a la “verdad del hombre”, pero no desde una “concepción confesional”, dice, como dándole vergüenza. La recta razón es la del estado laico, neutro, sin más definición ideológica que la de la democracia y los derechos de los individuos; la verdad del hombre es aquella que vale para todos, luego es intersubjetiva, y sólo representa la ciencia; los mitos, entes sobrenaturales, ficciones sentimentales y fantasías creadoras, aunque puedan resultarnos atractivos y consoladores, tienen su sitio en el interior de cada cual, en el baúl de casa, bajo la almohada, en el armario, allá cada uno y su circunstancia.

Desde aquí se entiende muy bien la alianza, tácita y estratégica, de todas las confesiones. Si en el asunto de las caricaturas de Mahoma hemos visto tantas posturas equidistantes sólo ha sido porque llevamos años soportando reclamaciones por parte de los cristianos de un trato privilegiado para sus creencias. Si diarios conservadores no se han atrevido a condenar en su línea editorial y de forma rotunda la reacción de los islamistas es porque luego no podrían esgrimir la llantina habitual cada vez que un cristo cocinado o una virgen por un pene profanada. Monseñor Cañizares y el ABC están más cerca de los incendiarios de las embajadas que de mí.

Tampoco me ha sorprendido la postura de ciertos intelectuales progres. Es una pena lo del pensamiento que se llama a sí mismo de izquierdas, pero ya está asumido. La polémica de la chirigota de Ceuta ha vuelto a retratar a muchos. La ignorancia, unida al sectarismo y la mentalidad inquisidora, produce monstruos. Zerolo, IU y Moratinos condenando una letrilla de Carnaval. Ignorancia de la historia, del significado del Carnaval, del contexto lingüístico y social en que se desenvuelven las chirigotas, ignorancia del sentido profundo de la palabra ‘libertad’. Por supuesto que esa letrilla sería inaceptable como columna de opinión, en una tertulia televisiva o en un mitin político, pero no en el Carnaval, un tiempo muerto y al margen de la vida cotidiana, cuya esencia se basa justamente en la abolición absoluta de lo ‘sagrado’, en el sentido más hondo de la palabra. Y ahí están, los de siempre, en medio, no criticando a Zerolo por su actitud de ahora, sino por lo que él permitió contra los cristianos en la manifestación aquella, etc., etc., etc. Muy cansado.

Y frente a eso, el coraje cívico, la lucha firme y decidida contra los seres imaginarios y las fantasías medievales instalados en el centro de la plaza pública. Ayer los Ciudadanos de Catalunya dieron el paso decisivo para convertirse en un partido político. Arcadi Espada pronunció uno de los discursos más brillantes y emotivos de los que yo tenga memoria. Acaso todavía haya esperanza.

12 comentarios:

Anónimo dijo...

Se presente usted a representante para estos sures y le votamos.

Er Opi dijo...

Y para más al sur, también.

Abrazos,

Er Opi.

Roma dijo...

Pozí, señor. Le votaría yo también aquí al este, !!que falta nos hace!!, no saben ustedes bien... Que nos estamos quedando solos en el mapa en lo que es un reducto, un bunker?, de la ideología más casposa de este país, si señores, me refiero a la Comunidad Valenciana. Augggg! Que tampoco es hoy mi día...creo.
En fin: es hora de irse a comer. Buen provecho!

Turulato dijo...

Pues yo no le votaría, porque es necesario que exista gente que piense sin atadura alguna y nos haga reflexionar.
Y sí saliese elegido tendría que "lidiar" y comprometerse con "el día a día", ajustándose a lo posible.
Y no quiero que usted don Paolo se ajuste a otras "cosas" que no sean su conciencia y su inteligencia.

Anónimo dijo...

Es usted un optimista.

Anónimo dijo...

Arcadi Espada hace un discurso brillante. Como el tuyo, Paolo. Como el de Savater tantos años. El argumento antinacionalista es tan obvio, tan de cajón... que uno alucina al ver que la realidad obliga a repetirlo.

Anónimo dijo...

Le anticipo una petición de disculpas por intervenir en el espacio dejado para un texto, respecto de otro distinto que esta mañana he leído y que desapareció cuando trataba de hacer un comentario al mismo.

¿Aparecerá de nuevo?. Si es así, dejaré el comentario que de momento he guardado en el "portapapeles". En caso contrario, lo borraré todo.

Pero con independencia del sentido de su decisión le digo: es un placer visitarle cada día Don Paolo, aunque a veces no coincida con sus ideas (no creo que sea el caso de hoy). Tratándose de usted eso es, desde luego, enriquecedor. Y por eso vengo, y le leo.

Un saludo respetuoso y cordial.

Paolo dijo...

El breve texto de esta mañana estaba basado en una lectura errónea por mi parte (y esto lo digo para los que no lo leyeran, que supongo que serán mayoría). Era una crítica formal al primer párrafo del editorial de El País sobre la cuestión del Estatuto catalán. Cuando me di cuenta de que había leído mal, el comentario ya no tenía sentido, y por eso lo borré. Y reitero que era una crítica meramente formal. El contenido me parece un absoluto disparate, pero creo que ya he dado suficiente la tabarra con el tema nacionalista. Gracias en cualquier caso, por su interés, amigo Almach.

Portarosa dijo...

Estoy de acuerdo con casi todo lo que ha escrito usted aquí, y con lo que hasta el momento he leído que defiende ese futuro partido. Pero al tratar de ver qué piensan de otros temas, y dado que no he sido capaz de averiguarlo, me ha surgido una duda:
Dicen en su segundo manifiesto (no he sido capaz de copiar y pegar) que pretenden que en Ciutadans de Catalunya puedan coexistir personas de distintas tendencias políticas, y también que están abiertos a todos aquellos que desde posturas democráticas no comulguen con la ideología nacionalista. Pero yo me pregunto si esto es posible; sé que quieren que el suyo sea un nuevo tipo de partido, pero no entiendo cómo, ni hasta qué punto es un planteamiento realista. ¿Es suficiente compartir enemigo para formar un partido?, ¿además de criticar al nacionalismo y sus perniciosos efectos (y estoy de acuerdo, repito; y yo vivo en otra histórica), qué ofrecen?
Por un lado, creo que ese planteamiento les obliga a limitarse a ser sólo oposición a algo (es obvio que no van a ser otra cosa nunca, al menos a medio plazo, y quizá esto no les importe); pero es que, además, lo de unir a personas de distinta tendencia política no me parece factible.

¿Tiene usted, o alguien, alguna idea al respecto?

Paolo dijo...

En ese segundo manifiesto dejan claro que es un partido en construcción, abierto pues al debate, pero los puntos programáticos orientativos que marcan sus impulsores (ciudadanía, libertad e igualdad, laicismo, bilingüismo, constitución) son los clásicos del pensamiento liberal de izquierdas de raíz ilustrada.

De cualquier modo, pienso que no debería sorprender que en su definición sea básico el carácter antinacionalista, cuando la escena política catalana está dominada de forma abrumadora por el nacionalismo obligatiorio ("Somos menos nacionalistas que el PP de Cataluña", dijo Boadella, y yo creo que tiene razón). En el fondo es el mismo principio que alentó la gran coalición del PSOE de Nicolás Redondo Terreros y Rosa Díez con el PP de Jaime Mayor Oreja en el País Vasco. No es tiempo de diferencias políticas, se dijeron, porque lo que está en juego es la libertad, la democracia. Creo que CdeC piensan lo mismo. Obviamente, lo tienen muy complicado. Luchar contra las maquinarias de los partidos tradicionales es tarea de Hércules. Pero es al menos una bocanada de aire fresco. Yo echo mucho de menos un partido así en el ámbito nacional. El PSOE (que ha sido el partido que ha abandonado este espacio) hace tiempo que dejó de servirme, y al PP le faltan todavía algunas cosas para que yo pueda acercarme a una urna con su papeleta en la mano y con un mínimo de entusiasmo.

Portarosa dijo...

Comprendo que la coyuntura impone ciertas cosas. Por lo demás, supongo que si siguen adelante tendrán que empezar a hablar de cosas más sucias (como por ejemplo de economía) y concretas.

Gracias.

Anónimo dijo...

No soy un intelectual (que más quisiera yo que vivir del cuento), critiqué a Zerolo por su actitud de ahora y por la de antes, creo que también podría criticarlo por su actitud futura, es previsible. En todo caso gracias por la referencia a mi blog.

Saludos.