ETA
Tras el “alto el fuego permanente” de la banda terrorista ETA andan la ciudadanía y la bloguería revolucionadas y proclamando de forma generalizada a los cuatro vientos su alegría, su cautela y su esperanza, estados de ánimo todos ellos dignos de envidia, sobre todo para los que no encontramos especiales motivos para experimentar ninguno de ellos, por lo cual, como era de esperar, ya hemos sido tildados, en el mejor de los casos, de no entender, y en el peor, de no desear la paz, de vivir anclados en el rencor y el deseo de venganza, de buscar el entorpecimiento del proceso por partidistas motivos espurios y no sé de cuántos crímenes deleznables más. Leyendo a unos y a otros, tanto en la red como en el papel, detecto una tendencia a la amnesia, el voluntarismo y la confusión de realidad y deseo que, aparte de reflejar un confuso entendimiento de los valores y la ética cívicos, se me antojan peligrosos. El discurso más o menos oficial viene a ser este: ETA ha sido derrotada, pero su liquidación total sólo se conseguirá cediendo en pequeños detalles estratégicos perfectamente asumibles por nuestro sistema democrático, detalles que habrá que negociar directamente con los terroristas y exigirá la unidad de todas las fuerzas políticas españolas y la generosidad de las víctimas. Con ligeras variaciones ya he perdido la cuenta de las veces que he leído esto mismo en los últimos cinco días. Las condiciones de la negociación y el precio que por la paz están dispuestos a pagar la mayoría (incluido el Gobierno de la nación) han quedado pues suficientemente claros, y qué más da que algunos griten (gritemos) en el desierto nuestro profundo y radical (de raíz) desacuerdo, el mundo es ansí, y a mí, en mi solitud de estúpido moralista, este soneto de Shakespeare no me lo amarga nadie.
Soneto 52 de Shakespeare. Ralph Fiennes (BIS)
[Aquí estoy, como el rico, cuya bendita llave,/ le pone en la presencia de su dulce tesoro,/ cuyo caudal no quiere, continuamente ver,/ por no ver de mellar el filo del placer.// De estas formas las fiestas, tan solemnes y raras/ se esparcen y aparecen en la rueda del año,/ como piedras preciosas, con amor colocadas,/ o la joya más bella del centro del collar.// El tiempo que os retiene es igual que mi cofre/ o tal como el armario, que esconde el bello manto,/ volviendo venturoso el especial instante,/ en que por fin revela su escondido esplendor.// Feliz de vos al darme, estando poseído,/ valor para triunfar esperando tu ausencia.]
No voy a hacer discursos grandilocuentes ni manifestaciones estentóreas, pero sí que me gustaría comentar uno de los textos que más me ha llamado la atención de cuantos he leído al respecto y que viene a representar una postura muy común en torno a la cuestión del nacionalismo vasco y del terrorismo etarra. Aparece como comentario en un post de Portorosa, y allí prometí que con algo de tiempo haría su exégesis. Lo firma Miranda, compañera lejana de perdidas batallas, y de la que otras luchas me alejaron. Ella sigue estando habitualmente en El Pombo, su foro, un sitio que un día también fue mi casa. El paso del tiempo y el alejamiento no han mermado mi afecto personal hacia ella como tampoco el respeto intelectual que me merecen sus siempre contundentes puntos de vista. Que no comparta muchos de ellos sólo es indicio de lo que nos separa en el análisis de la realidad, pero no significa (al menos por mi parte) ningún tipo de hostilidad ni de desprecio personal. Y espero que si llega a leer alguna vez esto, lo entienda así. Su texto va tal cual (en azul), sin cambiar ni una coma:
Sobre ETA (con mayúsculas, como se escriben en español los acrónimos) [como lo escribo yo, ni más ni menos, que hay mucho nominalista suelto, aunque reconozco que me hacen gracia esos que para chinchar hablan de “la ETA”] se ha dicho de todo, se le ha llamado de todo, pero lo que no se puede cambiar ni mover es su existencia y pertenencia a una forma de malentender una reivindicación "nacional" en forma modo y estilo que se ha dado otras veces en lo que ahora llamamos vieja Europa. [Todos los nacionalismos me parecen detestables, desechos históricos del idealismo alemán, y a los nacionalistas militantes, esos que se levantan todas las mañanas pensando en qué hacer para ser mejores vascos, catalanes, españoles o bretones me gustaría tenerlos siempre lo más lejos posible. En cualquier caso, esa pretendida normalidad de la “reivindicación nacional” de ETA (de forma malentendida, por supuesto) no parece tan evidente. Quizá Miranda pueda poner ejemplos de una sociedad de privilegiados en guerra contra unos explotadores que son más pobres que ellos, pero a mí no se me ocurren. Pienso más bien que la existencia de ETA es bastante difícil de entender en el contexto europeo. Como decía Savater, viene a ser poco más o menos como si en Suecia operase una guerrilla.] Pretender eliminar un Movimiento de Liberación Nacional Vasco, como bien le denominó Aznar, con Cucal, es de locos o de imbéciles, y es lo que efectivamente se ha demostrado que no se puede hacer. [Con Cucal, no, aplicando la ley, y sí se puede hacer. En realidad se ha hecho así y ha funcionado.] No se pueden fabricar leyes "especiales" para luchar con los que viven además fuera de ellas, eso pervierte el Estado de Derecho, ni se les puede eliminar a su manera (Gal) [¡Vaya! Justo el meollo de la cuestión. Primero, las leyes son instrumentos de las sociedades para satisfacer sus necesidades, y tienen que estar por consiguiente en función del nivel y la categoría de los conflictos característicos de cada sociedad. Es evidente que en Islandia no necesitan leyes contra el terrorismo y que en Siberia las medidas para la ordenación del uso del suelo serán bien diferentes de las de Singapur. Segundo, lo que pervierte el Estado de Derecho es su aplicación selectiva. Si las leyes son iguales para todos y a todos obligan no debería existir ningún tipo de atajos, absolutamente para nada. Es el convencimiento de que el Estado de Derecho va a funcionar siempre lo que garantiza mi seguridad, mi libertad, mi vida, mis derechos. En el momento en que alguien está tentado de saltarse el Estado de Derecho para resolver algún problema específico, cualquiera puede convertirse en Segundo Marey, o en Lasa y Zabala, que por muy terroristas que fueran, merecían el amparo de la ley exactamente igual que el señor Marey. En esas circunstancias, la garantía de mi seguridad, de mi libertad, de mis derechos, se esfuma. No existen tribunales de excepción, y las religiones (incluida la nacionalista) y sus practicantes están absolutamente sometidos al imperio de la ley, me da igual que los creyentes sean 200 ó 2 millones, porque ya saldrá lo del número, así me adelanto.] ni se puede acabar encarcelando a todos los sospechosos por residentes en el PV, como hemos sido tildados los que aquí vivimos por algunos medios [¿cuándo, dónde? Mi más sincero apoyo a los residentes en el PV que hayan sido víctimas de ese trato denigrante].
Cualquiera que conozca este tipo de "movimientos" por estudio o por vivir cerca con los ojos abiertos, sabe que por un terrorista de este tipo que desaparece eliminado policialmente, hay ocho más dispuestos a reemplazarle [No es verdad. Eso puede pasar en sociedades que viven en la desesperación más absoluta, pero en sociedades ricas, por muy grande que sea el lavado de cerebro, si los terroristas son sistemáticamente detenidos y encarcelados y sus apoyos logísticos diezmados y desarticulados, el número de los que están dispuestos a sustituir a los caídos, disminuye hasta hacerse irrelevante. De hecho es lo que le ha pasado a ETA, hasta el punto de que ha tenido que recurrir más de una vez a sicarios externos al nacionalismo vasco.] y hay alrededor de ese nucleo cientos de personas involucradas, familiares, conocidos, amigos, que no desaparecen con cucal, y a los que no se les puede borrar la memoria o del mapa. [Allá las tragaderas morales de cada cual. Imagino a los familiares y amigos de un pederasta o de un maltratador apoyando sus acciones y sólo se me ocurre la mayor de las repulsas. No entiendo por qué razón el que le pega un tiro en la nuca a un concejal del PP merece una consideración diferente por el hecho de que sean muchos los que le apoyan. La ética se lleva muy mal con las matemáticas.]
La rendición, porque esto és lo que ha pasado, tiene que producirse por voluntad propia, por consenso, porque de otra forma el foco, el cancer seguiría ahí. Visto que no se puede eliminar el cancer matando al paciente, habrá ahora que aplicar quimio y radio a esta salida. [Es muy optmista Miranda, como la mayoría, pensando en esa cosa de la rendición (voluntaria) de ETA. No veo nada en los famosos comunicados que apunte en esa dirección. ‘Rendición’ para mí sólo puede significar renuncia absoluta a sus exigencias, que sin embargo, siguen figurando punto por punto, uno detrás de otro, en los comunicados de la semana pasada. En último término y en el fondo, la existencia de una organización terrorista puede reducirse a la de unas siglas con prestigio intimidador suficiente como para tener influencia política. Y ETA seguirá ahí para quien quiera arroparse bajo sus tres letras, mientras mantenga una infraestuctura mínima y una capacidad de seducción política. Yo apuesto por arrasar, con los medios del Estado de Derecho, aquélla (la infraestructura) hasta que ésta (la capacidad de seducción) desaparezca en la práctica hasta el cero absoluto, y decir ETA sea para cualquiera lo mismo que significa hoy decir La mano negra.]
Y este cancer se ha rendido como se rindió el IRA por dos razones, cada cual la suya: el 11S y el 11M.
A ETA y al IRA los ha vencido el terrorismo islámico.
Desde el momento en que su medio de "lucha" fué asociado a este nuevo terrorismo indiscriminado fué el comienzo del fin, la muerte anunciada de ambos. [Esto se está repitiendo hasta la saciedad. Sin prueba alguna. Sólo la coincidencia temporal. Como la existencia de la nación, debe de ser cuestión de fe.]
Es el 11M lo que dicta el fin de ETA y es el tiempo en que la propia izquierda abertzale hace una recapitulación. Tras las elecciones y el triunfo del PSOE esto estaba cantado. [Si ETA fuera fuerte y el estado débil, ya veríamos quién dictaba el fin de ETA. Para muchos parece tranquilizadora esta explicación exógena, que se hace absolutamente incomprensible sin las capturas de Bidart, Ermua o la ilegalización de HB, por ejemplo.]
He comentado en otros lugares que hay muchos que ahora tienen que recomponer su vida, entre ellos los familiares de las víctimas. Hemos asistido, no sin estupor por parte de algunos entre los que me incluyo, a la ascensión de un nuevo "partido obligatorio", porque además quien no le vote es connivente con los asesinos. Es el partido de la asociación de víctimas [no ignora Miranda que son muchas las asociaciones de víctimas], un partido que además de convocar manifestaciones (cosa muy respetable) pide votos para el PP [¿eso no es respetable?], dice a los jueces lo que tienen que hacer y le indica al Gobierno lo que no le consienten [exactamente igual que los funcionarios o los futbolistas]. Un partido cuyos miembros no han sido elegidos por los ciudadanos, sino por los asesinos.
¿Qué hacer ante esta necesidad de venganza? porque en realidad lo que piden ya lo tienen, derechos, indemnizaciones, reivindicaciones. ¿Qué hacer? está claro que en principio, a parte de padecerla, lo cual es mucho, lo correcto sería ignorarla, o al menos no fomentarla, puesto que es imposible que asuman, como parientes de víctimas (porque las víctimas estan muertas) que sus deseos de NO NEGOCIACIÓN son irreivindicables. [Siempre me ha sorprendido que cada vez que se habla de víctimas se piense exclusivamente en los muertos. Así, si te destrozan el coche o te queman la casa, habrás sufrido un atentado sin víctimas. Qué coño sin víctimas, será sin víctimas “mortales”, bien víctima que soy, que me han chamuscado la cama. En el fondo, todos somos en distinto grado víctimas del terrorismo. No esperaba esa consideración en sentido amplio de Miranda, pero que le niegue esa condición a los familiares de los muertos me parece inmoral, cruel e innecesario. Podría decirle algo así a los padres del niño Fabio Moreno, por ejemplo, o a los hijos del matrimonio Jiménez Becerril.] Es decir, no es que no tengan derecho a pedir eso, es que es patética su petición. [Es molesta la presencia de una víctima cuando uno está pensando en sentarse a una mesa con su verdugo, sí, es lo que tiene, que luego hay que sentarse también con la víctima, que se empeñará en mirarte a los ojos.] Les coloca la historia y los hechos ante la verdad de su propia existencia y no la quieren asumir: SUS PARIENTES MURIERON INUTILMENTE. [Completamente de acuerdo. Es esa inutilidad la que deberían de contemplar nuestros dirigentes políticos.]
Sus muertes eran inútiles, es así. Ni ellos eligieron inmolarse, por lo tanto atribuirles en ello derechos es ocioso, ni fueron muertos por o para nada. Podían ser otros, cualquiera en su lugar. Esta es la cuestión. ¿Prefieren que no se negocie el fin de esta locura? Eso parece. Y resulta impresionante leerlo. [Resulta tranquilizador leerlo. Y no quiero decir con esto que no sean aceptables cambios en política penitenciaria ni siquiera que no puedan estudiarse medidas de gracia. Lo que quiero decir es que nada de eso hay que negociarlo con los terroristas. Que hacerlo es ofrecerles ya concesiones políticas. Que todo lo que haya que cambiar para acelerar o facilitar el aniquilamiento completo de ETA deberá tratarse entre los partidos políticos en la mesa política que nuestro sistema democrático tiene dispuesto desde hace mucho tiempo para estas cuestiones, que, como bien dice Ignacio en otro sitio, solemos llamar Parlamento.]
"El que no quiera la paz, que levante la mano" . [Capítulo de demagogias varias, y en negritas.]
Dicen aquí que eso sería como dar carta libre a cualquiera a hacer lo mismo, voy y mato a tantos y luego soy independiente.
Que osadía! y qué desprecio a la razón. [Jajajaja. Esto lo dice por un comentario mío, que decía así: “En Villariba de Enfrente nos hemos hecho independentistas, todos. En este momento estamos reunidos en asamblea para decidir si reivindicamos nuestro derecho como pueblo a través de la lucha armada. Los más optimistas piensan que mil muertos más allá tal vez reconquistemos la ansiada libertad de nuestros abuelos.”]
Matar a 1000 o a 2000 es muy fácil, se puede hacer de un golpe, como el sastrecillo, mantener una "lucha" durante cuarenta años, con todo un entramado social perturbado alrededor no. Para eso hace falta PODER, no querer. [PODER es simplemente el querer de unos cuantos y el mirar para otro lado de otros cuantos. Salvo que considere irrepetible el caso del País Vasco (pero al principio decía que no, que era un fenómeno repetido no sé cuántas veces), es evidente que conceder prebendas a un grupo terrorista por abandonar la violencia después de x años de asesinatos, puede llevar a otros a intentar repetir la fórmula. A mí qué más me da si no duran más que cinco meses, si en esos cinco meses da la casualidad de que ponen una bomba en el autobús de mi hija. Obviamente, no hablo de que dentro de cuarenta años los de Villarriba de Enfrente estemos todavía vivos y reclamando la soberanía perdida, sino de que mañana podemos ponernos a pegar tiros, estimulados por el ejemplo de beneficios de otros nacionalistas luchadores por la libertad de sus pueblos. ¿Dónde está el desprecio a la razón?]
Y claro, la solución de la venganza, eliminarlos a todos, esa robespierada tan civilizada que algunos proponen cíclicamente desde distintos púlpitos [¿dónde, cuándo?] es tan estúpido como la demagogia anterior. Tendrían ETA multiplicada por ocho en tiempo exponencial.
Si España tiene que ser federal que lo sea [pero si ya lo es], no debería haber drama en ello, nada ha sucedido en el resto de los países que lo son, pero me temo que es el miedo al lobo que conviene sacar. Un País Vasco sin escoltas, sin miedo, sin ETA, es un país que puede tener un vuelco electoral considerable [¿Y? Hay unas leyes, un sistema para tomar decisiones, que se discuten públicamente... y así vamos tirando. El sistema se llama 'democracia' y aunque dicen que lo inventaron los griegos hace más de 2000 años, andamos todavía perfeccionándolo.], tanto que igual resulta que se llevaban una sorpresa, pero claro, que para los que aullan les conviene más el miedo al lobo.
Otra frase para la historia ha sido la de que no han pedido perdón. Es inconcebible tamaña estupidez (sobre la que se fabricó hasta un artículo para ilegalizar un partido), o bien es el triunfo de la lobotomización partidista. [No hablaría yo de estupidez. Pero en el fondo estoy bastante de acuerdo. Soy de los que piensan que el perdón y el arrepentimiento no son cuestiones que tengan que implicar a los estados ni a las leyes, sino a los individuos, y de forma íntima además. A mi me importa un bledo que un terrorista se arrepienta y pida perdón, como me importa el mismo bledo que una víctima decida perdonar al terrorista que lo dejó lisiado. Eso ni me ata ni me obliga.]
Naturalmente, tampoco han pedido perdón los fascistas ni los asesinos que fueron esquilmando familias en la postguerra, ni han trasladado a los ladrones y los asesinos a vivir a otras ciudades, y los familiares de los muertos tuvieron que seguir viviendo frente al delator o al verdugo, viendo cómo algunos además vivían en su propia casa, o en sus tierras requisadas. Ni ha habido indemnizaciones a los familiares de los muertos. Y hablamos de una guerra civil! [¡Ah! Pensé que no se iba a dar cuenta de la diferencia, pero sí, otra cosa es lo que deduce de esa diferencia, pero en fin...]. Y ahora resulta que estos terroristas tienen que pedir perdón para que los familiares se queden contentos, que si no...no vale. Tamaña demencia infantiloide!Probablemente sea que esten influidos por la Santa Madre Iglesia, que hace poco le pidió perdón a Galileo.
(Ni vencedores ni vencidos, dijo Aznar -que sabe mucho de orgullo-para negociar con ETA...sus emuladores le superan como no podía ser menos). [Qué obsesión con Aznar el bueno demuestran algunos en estos días.]
En fin, son palos en una rueda que afortunadamente es imparable. [Como metáfora para definir el “pensamiento único” no está mal escogida la imagen].
Decía un amigo, que esto es como el fotomatón, y que algunos iba a salir muy feos. Así és. [Gran verdad]
Ayer fuí al Eroski, a comprar cosas de limpieza, estaba con un par de amigos. Cuando llegamos a la caja, Estrella (maestra, jubilada, de Segovia, residente en BI) traía unas botellas de cava para cada uno. "Para celebrarlo" dijo, y la cajera asintió, "ha sido como si fueran Navidades, todo el mundo se lleva una o varias". [Y después dicen que lo de ETA no tiene nada que ver con Cataluña. Esto lo han tramado los bodegueros, seguro.]
Esperanza, y una gran alegría, por todos, porque no va a haber dolor, no más muertos, nunca más. [Indemostrable. El deseo en el lugar de la realidad, una vez más. Pero yo también hago votos por ello, claro que sí]
Un abrazo Porti, me difumino de nuevo, que todo vuelve a la normalidad.
M.
[OK. Mis mejores deseos, M. Y que viva la normalidad.]
23 comentarios:
Me ha costado mucho, muchísimo, leerlo.
¿Por qué?. Porque he sentido asco.
Permítame remitirle a una página de mi "blog" del 12 de marzo del año pasado. Así evito algo de dolor: http://lamontalbana.blogspot.com/2005/03/amargo-sabor-de-boca_12.html
Pero es preciso defender la verdad en la que uno cree. Estoy de acuerdo con lo que usted comenta.
Y como profesor de Derecho he postulado siempre que este es el amparo de los débiles y desvalidos.
Cada vez que se manipula en pro del utilitarismo y de la oportunidad, se viola la Justicia y la sociedad se prostituye
¿Sabe Miranda que un comentario suyo en los comentarios a un blog de un amigo de ella se han convertido en la sustancia de tu post? Quiero creer que así es, porque lo contrario sería una felonía de la que no te creo capaz.
¿Felonía dices, Jesús? Los textos y los comentarios que circulan por la red son públicos mientras no se indique lo contrario. Yo no me atribuyo nada. Suyo es y referenciado está su origen. Qué diferencia hay entre colgar este comentario a su comentario allí (habría sido imposible por la extensión y el estilo) o traerlo aquí. Según eso, Internet estaría infestado de felones.
No me parece que la cosa tenga mayor importancia, Jesús. Paolo comentó en lo de Porto su intención de contestar.
Bastantes problemas hay reales para inventarse otros, digo yo.
Un abrazo,
N
La verdad, Paolo, Jesús, Ignacio, es que me parece que a Miranda le va a dar bastante igual que hayas usado su texto, pero no me parece un bonito detalle, de todos modos.
Mi opinión sobre todo esto quizá ya la has leído. Pero déjame comentar algo más:
Me parece un error entender la separación entre quienes creemos que la negociación debe tener lugar y los que no como una cuestión moral, ética, o de justicia. Tan injusto es acusarnos a nosotros de insensibles con las víctimas, equidistantes, desalmados, etc., como a vosotros de irracionales, interesados en que esto continúe, o de anteponer la venganza a cualquier cosa.
Todas tus reservas éticas hacia este proceso, todo el malestar que te produce, los comparto. Pero creo que la negociación es necesaria; como dijo Ignacio, con la mano en la nariz, pero necesaria. La diferencia, la gran diferencia entre la mayoría de los defensores de una y otra opción es si se cree eso (que sin la negociación esto no acaba) o si, por el contrario, se opina que siguiendo con la lucha antiterrorista como hasta ahora (negociaciones habidas aparte) será suficiente para acabar con ETA. Creo que en muy pocos casos la diferencia estará en la consideración que la banda, y dialogar con la banda, nos merecen.
Tú crees que deberíamos seguir igual, porque acabaríamos consiguiendo su final. Yo, no; yo creo que su fin ha de ser “voluntario” (la explicación de las comillas ya sabes que está en mi blog), y considero la negociación un mal trago imprescindible.
En cuanto a que las medidas deberían ser negociadas entre los partidos demócratas, la verdad es que me parece, por todo lo dicho, una propuesta sin ningún sentido.
No digo que en tu texto haya una acusación de bajeza moral, de falta de escrúpulos, pero algo así es bastante habitual en quienes comparten tu postura, como deja claro Turulato: asco. Como si pensásemos que vosotros no comprendéis a esos pobres chicos, ni comprendéis el conflicto vasco, o fueseis unos pesados queriendo aplicar la ley, o creyésemos que todo es relativo y quizá ellos tengan tanta razón como nosotros. No se trata de eso. De eso habrá algún caso, claro; como lo hay también de quien quiere bombardear el País Vasco (yo lo he oído muchas veces, desde hace años, te lo aseguro; no a mentes preclaras, claro, pero lo he oído).
En general, haríamos mejor limitándonos a decir que el otro no entiende la situación.
Un saludo.
Desconocía que Paolo había avisado a Miranda de que iba a utilizar su comentario, aunque ya escribí anoche que así quería creerlo (me alegro de no haberme equivocado).
Un abrazo a los tres.
"...pero no me parece un bonito detalle, de todos modos." Pero bueno, ¿cuál es el problema? ¿Desde cuándo no se pueden citar los textos publicados, luego públicos? ¿Qué ignominia he cometido ahora?
"Tú crees que deberíamos seguir igual, porque acabaríamos consiguiendo su final. Yo, no; yo creo que su fin ha de ser “voluntario” (la explicación de las comillas ya sabes que está en mi blog), y considero la negociación un mal trago imprescindible."
Hay otra posibilidad, Porto. Se puede no tener ninguna fe en que el terrorismo se termine del todo con medios legales pero seguir señalando la profunda inmoralidad de cualquier otra vía. Se puede querer seguir igual aunque se sepa que no va a haber un final absoluto.
La falacia está en la palabra imprescindible. ¿Es imprescindible acabar con el tráfico de drogas? seguramente más que acabar con ETA, pero a las soluciones que se propongan cada uno dirá que sí o que no, y cada uno preferirá que siga el tráfico a aplicar según qué medidas.
No señor, no es imprescindible acabar con ETA. Es muy importante, pero se puede vivir con ello, y más aún con la de los últimos tiempos. La pregunta es si se puede vivir sin ley.
Turulato: si me permite la nota personal, me sorprende una condena tan convencida del utilitarismo en boca de un militar. Me parece que no hay nada más brutalmente utilitarista que la praxis bélica, incluyendo en ella la negociación y los tratados que concluyen las guerras.
Esto nos desvía tal vez demasiado del tema, que ni es una guerra ni se le parece, pero no he podido evitar comentarlo.
Paolo, ninguna, ninguna ignominia.
Ignacio, no voy a entrar en una de nuestras típicas discusiones de “no, yo exactamente dije...”, pero yo no he dicho que el fin de ETA fuese imprescindible, he dicho que para conseguirlo la negociación era imprescindible; que es distinto.
Efectivamente, lo primero no es cierto, ya que no justifica cualquier precio. Esto (que por su fin no se puede pagar cualquier precio) lo he dicho hace tanto tiempo (es un decir) y tan claramente, que no entiendo a qué viene volver sobre ello; incluso he dicho que coincidía con tus condiciones, de las cuales, por cierto, he deducido que no considerabas insalvablemente inmoral cualquier otra vía; ¿cuál es el problema?
Creo que para acabar con ETA es imprescindible la negociación, y a esa negociación le pongo dos condiciones o límites (en mi blog, ya lo sabes), uno de carácter práctico (que no le deje a nadie ganas de seguir ese camino, a la vista de los logros) y otra de carácter ético, legal, moral o como quieras llamarlo (que no sea un flagrante atentado contra la justicia y la ¿decencia?, aun sabiendo que cualquier componenda será injusta). Si no se dan (y como ninguno de los dos límites es objetivamente medible, cada uno lo juzgará a su manera), la negociación no se debería llevar a cabo, y tendríamos que limitarnos a lo hecho hasta ahora (negociaciones habidas aparte, repito).
En fin, ya me estoy repitiendo mucho, como siempre.
Otra cosa: sobre lo de si es una guerra o no, es llamativo hasta qué punto en este caso se niega y en el del terrorismo islamista se enfatiza. Como mínimo, hay una interesada incoherencia, en eso.
En cualquier caso, y aun no albergando ninguna duda de que la guerra hace mucho que no es lo que era, quiero dejar claro (que ya os veo venir...) que creo que la lucha contra ETA no lo es.
Hay que ver qué manera de hacer complicado lo sencillo...
1) Yo no quiero que se negocie con ETA. Nada, ni el menú del comedor de la cárcel ¿Y tú, quieres o no?
2) Como el gobierno, que manda más que yo, ha decidido que sí va a negociar con ETA, me entretengo en señalar qué tipo de negociación puede aceptarse (partiendo de la base de que es inmoral, asumiendo la inmoralidad, declarándola sin eufemismos estúpidos y ofensivos) y qué otro tipo es inasumible por suponer una derrota del Estado.
Y al contrario que tú creo que los límites son objetivamente medibles, y los he puesto a disposición de quien quiera rebatirlos (aquí o en Pekín, no me voy a sonrojar porque se copien mis palabras).
Ah, no te había entendido, en serio.
Yo sí, yo sí creo que hay que negociar.
Lo que no es objetivamente medible (que es lo que yo quería decir) es si lo obtenido por los terroristas es una recompensa o no, y si la injusticia es flagrante o no.
Me voy.
Ignacio para mí es muy difícil
hablar sobre este asunto.
La razón es muy sencilla; a mí me han disparado.
Espero que comprenda la enorme distancia que se genera, en cuanto a la manera de sentir esta cuestión, entre quien no ha sufrido esa experiencia y quienes han pasado por ella.
Me han asesinado 6 hombres. Los he enterrado uno a uno.
Tenía dos compañeros, mis iguales, trabajando en otras áreas. Uno se metió un revolver en la boca y disparó; no pudo más. Al otro lo volaron.
He tratado con sus familias cuando no queda nadie, en la madrugada, en el silencio, cuando las preguntas sin respuesta.
He prestado Servicio en Vascongadas en dos estapas de mi vida, porque vivir siempre. Soy de la zona.
Conozco ETA desde que comenzó en el seminario de Derio; he sido alumno, como dije, de Arzallus; estaba cuando los primeros asesinatos, el de Manzanas y el de Pardines.
Allí he tenido novias, tengo familia, a parte de mis amigos; conozco a etarras, he tratado el asunto hasta la saciedad.
Sé aspectos, datos, detalles,... que, quizá, nunca saldrán a la luz.
Más tarde supe de Belfast.. Un año.
Le aseguro que negociando no se acaba con ETA, como no se ha acabado -ní un sólo paso atrás- con el IRA. Como mucho se suspende la actividad. Pero la "bomba" sigue dispuesta..
¿Y lo que se publica?.. Sólo le puedo decir que es un mundo sucio. Mucho.
Así que comprenda que me oriento hacia la realidad, hacia lo que usted llama "praxis".
¿Y qué va a negociar un Estado?. ¿La creación, la vigencia o la aplicación de sus Leyes?. Creo que estoy escribiendo para personas que no necesitan que les explique que se puede hacer, pero que borra "de un plumazo" toda legitimidad legislativa y destruye el viejo pacto social en el que se funda el Estado Moderno.
En cuanto a las características esenciales de la Norma Jurídica saltan por los aires.
Suprimida la legitimidad y la estructura de la Ley, permítanme afirmar que no pueden criticarme sí haciendo uso de la fuerza impongo mi santísima voluntad. No hay impedimento legítimo, sí legal -pero eso saría positivismo puro y duro-, que lo impida.
Tanto en Vascongadas, como en destinos posteriores en Bosnia, he sentido que nadie ha ayudado a derramar tanta sangre como los idealistas bien intencionados. Nunca disparan ní destazan una embarazada, pero han sido siempre colaboradores necesarios.
A pesar de ello, aunque yo no entre más al debate, es bueno y necesario que ustedes dialoguen y elaboren ideas. Es imprescindible. No soluciona el pasado pero es una excelente defensa para el futuro.
Sólo les ruego que procuren basarse en realidades. Intenten, antes que nada, materializar en su mente el ámbito real de allí.
Y la realidad es. No tiene gustos, ní simpatías, ní ideas, ni.. Es ella, aunque nos destruya.
Y cuando, con toda honradez crean que la intuyen -pues no es posible ir más allá-, analícenla mediante sus ideas, esperanzas, simpatías, deseos, intereses, .. Pero, aunque es casi imposible, apliquen su pensamiento subjetivo a un entramado real.
Casi siempre ocurre al revés. Se construye, casi sin darnos cuenta, una "realidad" que nos permite desde el principio desarrollar la teoría que anhelamos defender.
En cuanto al utilitarismo y los militares.. ¿Qué entiende por militar?. ¿"El Empecinado" del XIX?; ¿el general Marshall -Jefe de la junta de Jefes de Estado Mayor de los Estados Unidos y "padre" del plan de su nombre?; ¿el general De Gaulle?.
Englobar tantas facetas en una palabra sólo puede conducirnos al error. La realidad es mucho más compleja.
Cuando yo era un joven oficial, era eminentemente práctico. El estado me pagaba por ejecutar, como me imagino que ocurre en la mayoría de los oficios al comienzo.
Como digo en mi "blog", desde mitad de mi carrera, e indudablemente al final, me han pagado por pensar. Y por callar.
Cuando era profesor de la Academia General, el 15% de los oficiales de la Escala Superior tenía dos licenciaturas universitarias. Y el porcentaje tiende constantemente al aumento.
Durante toda mi vida me han encasillado. ¡"Ah, militar; ya lo sé todo de tí"!.
La milicia,en España, como conjunto de profesionales, es una parte desconocida de la sociedad. Un disparate.
La Defensa, en España, como área estratégica de la totalidad de los intereses de un estado, algo inexistente. Un suicidio.
No, no pongamos etiquetas. Detengámonos en cada individuo. Es sorprendente lo que se descubre.
Turulato, permítame agradecerle su valioso testimonio, que estimo una aportación de grandísima significación para el tema en cuestión. Me va a conceder también que, para comodidad del visitante, coloque esa referencia al post que indicaba en su primer comentario como un enlace.
Vaya, muchísimas gracias por compartir recuerdos tan personales (y dolorosos).
Antes de seguir hablando voy a dejar aquí un agradecimiento que espero no suene hueco (porque no lo es en absoluto), a la labor durísima e ingrata que por lo que nos cuenta ha desempeñado. Pase lo que pase ahora, usted habrá contribuido a mejorarlo, y no siempre tiene uno la oportunidad de agradecerlo tan directamente.
En cuanto al tema, quisiera (por lo que pueda importar) asegurarle que procuro no poner etiquetas, aunque no siempre se consigue todo lo que se procura. Usted distingue de manera que no acabo de entender entre utilitarismo y practicidad; bien, si hay esa distinción sería de practicidad de lo que hablaba.
No creo estar etiquetando si distingo un modo militar de enfrentarse a los problemas caracterizado más por la praxis expeditiva que por la aplicación de principios generales.
(En la guerra, y cada vez en mayor medida, se bombardean objetivos civiles: no veo qué justificación que no sea brutalmente práctica puede tener esa línea de acción.)
De todas firmas si le he entendido bien su oposición a negociar se apoya a la vez en la experiencia práctica, en un principio insoslayable de realidad que lo lleva a estimarlo inútil y en principios legales y morales.
La pregunta surgiría de haber contradicción entre esas dos patas, pero por ahora me interesan mucho más los datos de la experiencia: me ha llamado la atención, por ser la segunda vez que lo oigo entre un mar de declaraciones voluntaristas, que el IRA está plenamente operativo y amenazante.
Dije que no iba a comentar más sobre este asunto, pero esta mañana me he dado cuenta de que no había contestado, directamanente, a la pregunta de Ignacio. Para hacerlo vuelvo a comentar.
Utilitarismo.., "actitud que valora exageradamente la utilidad y antepone a todo su consecución".
Praxis bélica.., "práctica guerrera".
Entre las muchas facetas del oficio, presidí una Junta Provincial Administrativa, en la que debía resolver peticiones y recursos de los ciudadanos.
Aprendí entonces que nuestro ideal es lo justo, pero que la Justicia es, posiblemente, utópica y ucrónica.
Tuve que recapacitar sobre lo dispuesto en el artículo 3,1 de nuestro Código Civil, que como parte de su Título Preliminar es Introductorio de la totalidad del Ordenamiento Jurídico español.
Procuré resolver interpretando sí los hechos estaban en consonancia con la Norma, pendiente del "sentido propio de sus palabras, en relación con el contexto, los antecedentes históricos y legislativos, y la realidad social del tiempo en que han de ser aplicadas, atendiendo fundamentalmente al espíritu y finalidad de aquellas".
Creo que vivir es afrontar la realidad. Empleamos la inteligencia, la sensibilidad, nuestros conocimientos, la experiencia,la conciencia..¡qué sé yo!, intentando solucionar las contradiciones de cada día, de forma que nuestra vida transcurra del mejor modo posible.
Sí desdeñamos los sucesos tal cual son, viviremos en un ambiente irreal y nos convertiremos en fuente de conflictos.
Sí nos guiamos exclusivamente por los hechos y sus consecuencias, evitando cualquier Orden Natural y Legal, terminaremos convertidos en seres irracionales orientados vitalmente por su instinto.
No queda más remedio, sí queremos vivir plenamente, que tener muy presente la realidad y la existencia de otros seres. Y, una vez que nos integremos conscientemente en dicha realidad, procurar vivir razonando y según un Orden que permita la convivencia.
Así que opté por "la Justicia del caso concreto", que en Derecho recibe el nombre de Equidad, aun cuando aquel artículo establezca ciertas limitaciones.
Actuaba, y así sigo, considerando realidades y buscando soluciones a los problemas en mi conciencia y en mi razón, pero sin creer nunca en "pajaritos preñaos".
Ha habido ocasiones en que he fracasado, pero eso no invalida el que la actitud vital correcta sea aquella que creo. Seguiré esforzándome y fracasando.
Bien, así soy yo. ¿Pero y otros militares, en cuanto a ciertas facetas de su personalidad que desarrolla su oficio?.
Yo diría que más que utilitarios somos exigentes. Es difícil de explicar porque hay que basarse en matices y experiencias, que son dificilísimas de exponer mediante la palabra.
Nuesto ambiente huye de la imagen, de la delicadeza. "Vendemos" muy poco, o nada. Estamos hechos a la disciplina, hasta llegar a la "Disciplina Intelectual" de un diplomado de Estado Mayor, que asesora a su jefe y discute con él las diferentes posibilidades, pero al que se le exige que asuma, defienda, mantenga y gestione como propia la decisión tomada por aquel, aun cuando esté en su contra.
En fin, cuando se nos utiliza para aquello para lo que se organizaron los ejércitos, la guerra, nuestro objetivo esencial es volver vivos -se lo aseguro- y, sí se puede, vencedores.
En principio no somos ní más ni menos utilitarios que lo son otros profesionales. Repasemos nuestro entorno, en silencio y con sinceridad...
Admito que, en ciertas circunstancias extremas, que si se dan en nuestro ambiente, el individuo se "animaliza" y prima el instinto de supervivencia. Pero yo hablaría más que de utilitarismo de miedo puro y duro.
Pero me puede replicar que estoy hablando del soldado -en sentido lato- y no del general.
Cierto. Pero.., recordemos entre muchos otros al general Mark W. Clark del V Cuerpo del U.S. Army -a cuyo Estado Mayor fuí agregado en los años '70 del pasado siglo- y de su prudente movimiento en la invasión de Italia.
No, creo que el utilitarismo extremo lo ponen en los conflictos los dirigentes políticos.
Hasta hace muy poco sólo Estados Unidos y el Reino Unido disponían de ejércitos profesionales. Son lo que en geopolítica se conoce como "Potencias Atlánticas", expansivas y proyectantes de su influencia sobre otros estados.
Un dirigente de este tipo de potencias no puede correr el riesgo de que su opinión pública "se le eche encima" cuando todas las familias se ven obligadas pagar ese impuesto personal que es el Servicio Militar.., pero en un país distinto y defendiendo intereses.. ¿petroleros?.
El caso extremo se da en los U.S.A., que ha llegado a tener tres ejércitos (Army, Navy y Air Force) desdoblados, pues cada uno se constituía en un componente exterior y otro CONUS (Continental U.S. -el territorio nacional-), dependientes del gobierno y sujetos a control de las Cámaras, además de la Guardia Nacional -Milicia de Reserva- y un (5º) ejército dependiente directamente del Presidente y no sujeto a la acción de gobierno ní a control parlamentario, excepto cuando lo que se controla es la actividad presidencial a través de dicha fuerza armada, el "U.S. Marine Corps".
Para mí fué suicida la actitud de los españoles exigiendo la supresión del Servicio MIlitar. Existía un Ejército de Tierra obsoleto y sin medios, que pedía con alaridos una reforma profundísima, pero al que no había que eliminar. Enfermo sí, pero a los enfermos se les cura no se les entierra.
¿Se dan cuanta los españoles de que han perdido el control de la aplicación de sus Fuerzas Armadas?. No, no me hablen del parlamento, donde sí el que manda levanta un dedo todos dicen si.
¿Creen que el presidente Aznar se hubiese arriesgado a "embarcar" a España en ciertos "teatros operativos", sí hubiese tenido que mandar a soldados de reemplazo, por muy bien entrenados y dotados de medios modernos que hubiesen podido estar?.
En cuanto a su último comentario, en el que dice: "..modo militar de enfrentarse a los problemas caracterizado más por la praxis expeditiva que por la aplicación de principios generales", me hace recordar la opinión del Jefe del Estado Mayor canadiense ante su Parlamento(Canada no tiene ejércitos diferentes, sino un sólo Cuerpo de Defensa que integra a todas las Armas).
Trataban de legislar sobre la incorporación de la mujer a las Fuerzas Armadas; derechos, deberes, "status",...
Dicho general comentó en un momento del debate legislativo que los parlamentarios debían tener muy presente que en los Ejércitos las Normas las impone siempre el enemigo.
Sirve de muy poco lo que digan nuestras leyes durante un combate. Sí "el otro" se las "pasa por el arco del triunfo", son inútiles.
Las únicas leyes de la guerra son aquellas que aplica el vencedor al vencido; lo suele hacer en tribunales de excepción y nunca por jueces naturales -en el sentido jurídico del término-.
Contemplemos el mundo... Hoy. Es mucho, muchísimo más grande que nuestro pequeño espacio de los paises desarrollados.
Es una pura degollina.
En este punto pueden pensar que Ignacio tiene razón; son utilitaristas: Buscan salvar su vida, vencer y la única ley es "la de la selva".
Creo que así confundimos el todo con la parte. El ambiente sí es utilitarista. Pero no así muchas personas que están inmersas en él y que procuran, momento a momento, no animalizarse. Es muy difícil, pero la mayoría lo consigue, aunque una minoría sucumbe.
A continuación escribe: "..su oposición a negociar se apoya a la vez en la experiencia práctica, en un principio insoslayable de realidad que lo lleva a estimarlo inútil y en principios legales y morales".
Empleo las mismas frases, añado algo y cambio el orden, y algún signo de puntuación; para mí es esencial.
"Mi oposición a negociar se apoya en Principios morales y legales. Para quien no asuma la primacía absoluta de estos, un principio insoslayable de realidad me lleva a estimarlo inútil y así lo confirma mi experiencia (práctica)".
Ahora, algo sí puede negociarse. La rendición. Pura y dura. Como Douglas MacArthur en la cubierta principal del "Missouri"...
Y tiene que haber vencedores y vencidos.
Entre los vencedores, los únicos, tiene que estar la esposa embarazada, entonces, del suboficial al que pusieron de rodillas delante de ella en el garaje de su casa y le volaron la cabeza.
Ella, y muchos otros, ya han entregado demasiado, para que se les pueda pedir más.
Como en principio no voy a seguir la conversación, quiero asegurarle a la Donna que no es porque ella haya interrumpido sino porque se hace demasiado compleja para un casillero de comentarios.
Un saludo, don Turulato (ya sabrá usted, y contará con ello, lo raro que resulta hablar tan en serio con ese nick)
Uy, mi Donna se me está volviendo adicta. ¡Me embarga la emoción!
Pero... ¿no era a D. Turulato a quien se estaba volviendo?
Anda yaaaaaaaaaaaaa. ¡Otro que ha caído!
En primer lugar, felicitar al dueño del blog por la calidad del mismo, he impreso todas las entradas para poder leerlas con mayor tranquilidad. Mi amiga no se equivocaba cuando me dijo que era de lo mejor que se podía leer, una cosa más que agradecerle.
En segundo lugar, dejar mi testimonio de admiración y gratitud a turulato por sus comentarios, tengo algo de milicia en mis venas y por eso, le digo: A sus órdenes, señor. Es un honor.
Pues muchas gracias por lo que a mí me corresponde, señor Eckhart. Espero que se sienta cómodo.
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