jueves, 25 de octubre de 2007

Órficas (2)

Órficas. Max

[...]y quizás en los claros umbrosos del monte Olimpo donde
antaño Orfeo tocando la cítara reunió con sus cantos a los
árboles, reunió a las fieras agrestes.
[Eurípides, Bacantes, 560-564]


Furio Zanasi otra vez, ahora con Jordi Savall en la producción de Gilbert Deflo para el Liceo. Todo resulta más sinuoso y sensual.
Da stieg ein Baum. O reine Übersteigung!
O Orpheus singt! O hoher Baum im Ohr!
Und alles schwieg. Doch selbst in der Verschweigung
ging neuer Anfang, Wink und Wandlung vor.

Tiere aus Stille drangen aus dem klaren
gelösten Wald von Lager und Genist;
und da ergab sich, daβ sie nicht aus List
und nicht aus Angst in sich so leise waren,

sondern aus Hören. Brüllen, Schrei, Geröhr
schien klein in ihren Herzen. Und wo eben
kaum eine Hütte war, dies zu empfangen,

ein Unterschlupf aus dunkelstem Verlangen
mit einem Zugang, dessen Pfosten beben, -
da schufst du ihnen Tempel im Gehör.
[Rainer Maria Rilke. Sonetos a Orfeo. Soneto I.]

Entonces ascendió un árbol. ¡Pura superación!
¡Oh, canta Orfeo! ¡Alto árbol en el oído!
Y calló todo. Pero aun en este callar
surgió un nuevo comienzo, seña y transformación.

Animales de silencio se abrieron paso, salieron
del claro bosque libre, de lechos y guaridas;
y se vio que no era por astucia
por lo que estaban, en ellos, tan callados

sino por escuchar. Rugidos, gritos, bramidos
parecían pequeños en su corazón. Y donde hacía un momento
hubo una choza apenas que recogiera esto,

un refugio del más oscuro deseo,
con una entrada de jambas temblorosas,
tú les creaste un templo en el oído.
[Traducción de Eustaquio Barjau]
O sea, Orfeo es un vulgar mago.

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