viernes, 22 de abril de 2005

Libros

Mañana es el día del libro. A esta hora, decenas de artículos alumbrados por insignes columnistas descansarán ya en las redacciones de decenas de periódicos de España incitando a la lectura. Yo también tenía que escribir el mío. Aquí va:

Leer no es bueno. Y no me refiero a la habilidad necesaria para descifrar un texto escrito, que resulta imprescindible en nuestra sociedad. Me refiero a leer por gusto, por placer, por cultivarse, por aprender. Leer no es (necesariamente) bueno. Goebbels se jactaba de que leía un libro cada día. Y no sé ustedes, pero yo no tengo al ministro de propaganda nazi en mi panteón personal de la bonhomía y la virtud. Leer (así, en abstracto) no significa nada. Leer no hace mejor a nadie. (Herr Goebbels es sólo un minúsculo pececillo en un mar de lectores inicuos.) Ni más sabio. Recuerdo a un bibliotecario muy moderno que se enorgullecía de que a su biblioteca acudían muchas amas de casa. ¿Qué leen?, le pregunté. Novelitas de Corín Tellado, que hemos comprado para ellas. Vale. Leer no hace más reflexivo a nadie. Es más, estoy convencido de que leer puede llegar a idiotizar, y, de hecho, tiene completamente idiotizada a buena parte de la juventud española, que se mueve entre magos con varita, tierras medias y el apasionante romance que destapa el último número del Pronto (tú pasa el paño). Un libro es sólo un manojo de hojas cosidas, que puede almacenar el más excelso poemario jamás escrito, la teoría científica más trascendente y la más apasionante narración, pero también las mayores estupideces salidas de la mente más obtusa del mundo, la más infame bazofia disfrazada de literatura y hasta manuales para descuartizar a los vecinos sin que se entere la policía. (Con la circunstancia de que todo aquello que sigue a la conjunción adversativa es hoy lo más habitual y, por consiguiente, lo más leído.)

“Ten un hijo, planta un árbol, escribe un libro”. Esta fórmula para la perduración del nombre y la simiente de los hombres en el mundo es una de las más dañinas que jamás haya imaginado nadie. No sólo puede afectar a la superpoblación y al equilibrio ecológico mundial, sino que es producto de que diariamente se editen en el universo millones de páginas absolutamente innecesarias e inanes. Todo el mundo quiere escribir su libro. Bien. ¿Pero por qué me tiene que tocar siempre a mí corregir aquellos que pergeñan los mayores agujeros cerebrales con los que haya podido toparme en mi vida? Ya lo sé. Para que luego todos ellos puedan comentar orgullosos a sus amigos: “He cometido un libro”.

16 comentarios:

Anónimo dijo...

Pues... acaba de ayudarme a decidirme a pulsar la tecla "borrar".

it dijo...

¡Ohhhhhhhhhhhhhhhhh, .....qué provocador! JAJAJAAAAAAA

Saf ;-))

Anónimo dijo...

Me da una pena el desprestigio que tienen y han tenido siempre las novelillas de Corín Tellado, que no puedo evitar decir algo al respecto.

Cuando yo tuve edad para empezar a leer cosas que no fueran las obligatorias del colegio y los libros de texto, lo primero que cogía eran las novelas que tenían abiertas mis hermanas mayores y sobre todo mi madre. Por asomarme a ver. Por hacerme mayor como ellas. Por ponerme enferma, como cuando descubrí en los estantes aquellos volúmenes que despertaban todo tipo de sensaciones luju-pecaminosas en mí. Veáse Miller.

Pero también tenía tiempo para leer a Esther y su mundo, a Lily y a Corín Tellado. En cuanto me juntaba con dos pesetas, iba corriendo con mucha emoción a comprarme una de esas historias que no se me caían de las manos. Emocionantes para una criatura que no sabe del amor y quiere saber, que quiere conocer a los mayores, lo que hacen, lo que sienten y llegan a vivir.

No serán el Quijote (válgame, no lo son), pero son ilusionantes para mucha gente y los volúmenes de ventas hablan por sí solos. Ahora no leería ninguna, o igual sí, yo qué sé, pero me da en la nariz que aceleran el pulso de muchos corazones tanto o más que el Ulyses o la Ilíada.

Por mal que literariamente esté.


(Donna, de anónima y tal)

Anónimo dijo...

No es tan fácil tocar la fibra, no. Y no me refiero a abrazar una caja de All Bran.

(yo, otra vez, anónima y eso)

Anónimo dijo...

¿Otra vez deacuerdo con Artaher? ¿Qué me habré saltado la pastilla? (ella mira su pastillero) ¡Pues no! ¡Horror! ¡La medicación también empieza a fallar...!

(vamos, yo)

Anónimo dijo...

No, a ver, si a mí me gusta hacer frente común tanto como estar del otro lado cuando se trata de usted. Así que no se mire nada, ya sabe lo que decía JRJ de la rosa, ¿no? pues eso. Dejadla. Dejadla.

¿Qué leía usted en sus adolescencias dolosas?

R.

Margarida V dijo...

hola

me encanto el blog.
bien escrito. :))
continua!!!!
si quieres visita el mio, es nuevo pero tiene ya algunas cosas.

Anónimo dijo...

¿Tengo una cara rebelde que usted es capaz de perturbar, o que se perturba cuando coincide con usted? Lo segundo. Ya. Pues todo el tiempo he pensado que era al revés,

XPPPP

(la de antes)

Anónimo dijo...

Bona nit, señor Artaher, :-)

Paolo dijo...

Primero me ponen verde, y luego usan mi blog para hacer manitas...

Ya sólo falta que lleguen (en tropel, como corresponde) los defensores de los Potter, los hobbits, el papel couché (y hasta de Joseph Goebbels). Si Saf se anima...

Anónimo dijo...

"para hacer manitas", "para hacer manitas"... ya te daré yo a ti "manitas", es más, te llenaré la cara de ellas.

XDDDDDD, so bolo

(tengo que acordarme de este password, joroba)

Anónimo dijo...

Ya no quedan caballeros....
No, no señor, ya no quedan....

(por cierto, ahora que estamos: la asociación Lluvia de estrellas-Fumata blanca-Elección Papal que hacen en el Palimpsesto es para rodar por los suelos: http://elpalimpsesto.blogspot.com/
y ya, que luego viene don Paolo con la rebaja)

(anónima descojonada)

Paolo dijo...

(...lo niegan, luego existe...)

Bien. Ahora una noticia que encantará a Cecé: "Durante el primer trimestre del año 2005, se ha mantenido la tendencia alcista de los últimos barómetros de hábitos de lectura y se ha confirmado la ruptura del tradicional empate entre lectores y no lectores. Entre enero y marzo de este año, el porcentaje de lectores ha alcanzado el 57,2 por ciento de los españoles mayores de catorce años y, a diferencia de ocasiones anteriores, el porcentaje de hombres lectores (58 por ciento) ha superado al de las mujeres (56,5 por ciento)". Aunque sospecho que este desequilibrio de última hora le amargará la cena. Esa paridad, que parece mentira en el siglo XXI...

Paolo dijo...

No, no, Robert, era sólo por contrarrestar los efectos de las campañas en pro de la lectura... Mi contribución, modesta, claro, para hacer más grande el día del libro.

it dijo...

Sr.R..... no deje Ud. al azar el encontrar (siempre) un pelo de provocación, dos kilos de sarcasmo, media libra de ironía y un pellizco de amargura en lo que en este blog lea. Es una mezcla perfecta con la que adereza Lmvn sus buenas letras, su mucha cultura y su aguda inteligencia.

Saf ;-))

it dijo...

Y volviendo al tema... hay veces que la gente no "comete" un libro, sino que lo PERPETRA (sin atenuantes).... que todavía tengo en la retina uno de Gonzalo Alvear, otro de María Vallejo-Nájera y la saga-historia de Almudena Arteaga... por decir algunos.