jueves, 7 de junio de 2007

Vidas perfectas

El domingo pasado un ejecutivo español mató a golpes en Londres a su hija de dos años. Hoy, el diario El País ofrecía un reportaje sobre el dramático suceso.

Fue leer el titular y sobresaltarme, porque adiviné enseguida que la "vida perfecta" arrasada por la paliza no era la de la pequeña de dos años muerta por recibirla, sino la del padre que se la propinó, ese ejecutivo que ganaba 750.000 euros al año, lo que, según el informante, le hacía llevar una vida desahogada pero llena de presiones. El pobre. ¿En qué escuela de periodismo, y cuándo, comenzó esta penosa confusión entre la ética y el share?

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