Deudas
Cuando hablé de las frótolas hice referencia a este disco que acababa de publicar el sello belga Cyprès, y prometí que, cuando lo tuviera, comentaría algo sobre él. Lo conseguí casi enseguida, pero no es hasta ahora que saldo mi deuda, quizá estimulado por el comentario que sobre Marco Beasley hizo Robertokles hace unos días. Allí se clasifica la voz de Beasley entre las de los contratenores, lo que considero un error, pues Beasley es, en último término, un tenor agudo, acaso eso que llamaban los italianos 'tenorino' y los franceses 'haute-contre', que en absoluto pueden ser considerados falsetistas, ya que su recurso al falsete es circunstancial (sólo para algunas notas en el extremo de su registro sobreagudo). De hecho, Beasley canta habitualmente las partes de tenor cuando hace obras barrocas clásicas (y canta con frecuencia música de Bach, Haendel, Caldara, Carissimi o Purcell). Pero al analizar la voz de Beasley no puede olvidarse que sus comienzos estuvieron vinculados a la música folk, y de ahí su emisión natural (sin impostar) cuando se acerca a repertorios como el de la frótola, u otros que tienen puntos de contacto evidentes con la música popular. Es una delicia, y en ello coincido plenamente con Robertokles, escuchar ese fraseo claro, limpio, refinadísimo, ese estilo directo, cálido, cercano, franco, esa frescura, esa gracia expresiva con que Beasley ilumina y desmenuza cada cosa que toca.
Como en el disco que llevaba Robertokles a su blog, en este de Cyprès Beasley canta acompañado por el conjunto Accordone, que dirige el propio cantante angloitaliano conjuntamente con el clavecinista Guido Morini, que hoy día es figura esencial de la improvisación en la música antigua. Junto a Morini (órgano positivo), Accordone cuenta para la ocasión con el concurso de los laudistas Stefano Rocco, Franco Pavan y Fabio Accurso y la participación especial del cornetista Bruce Dickey, que pone la nota de color a unas interpretaciones fluidas, elegantes, delicadas, que incluyen, además de obras de los ya consabidos Marco Cara y Bartolomeo Tromboncino, otras de Filippo Azzaiolo, Antonio Stringari, Antonio Caprioli, Jacopo Fogliano, Orlando di Lasso, Paolo Scoto o Pietro Paolo Borrono. El disco es una auténtica maravilla, y como muestra vuelvo a la figura de Bartolomeo Tromboncino.
[Venga, levántate, abre los ojos./ No duermas más, que yo no duermo;/ y si mi vida te es querida/ abre los ojos y despiértate.// Deja el sueño y escucha el canto/ de aquel que sufre por ti/ y que por amor está tan herido/ que por ti va por ahí errando/ y tan fuertemente lamentándose/ que con sus gritos te despertará.// Tu reposas, mientras que/ por ti mi pensamiento desvaría,/ y el ardor que crece sin cesar/ha sumergido mi espíritu en tal dolor/ que a fuerza de lamentos quejumbrosos/ forzoso será que te despiertes.// Deja ya, señora, el sueño/ y que la piedad despierte en tu corazón/ porque mis fuerzas no pueden por más tiempo/ contener este ardor,/ y si en el amor eres apasionada/ escucha este canto y despiértate.]
Sú, sú leva, alza le ciglia de Bartolomeo Tromboncino. Accordone. Guido Morini (Cyprès)
4 comentarios:
Fresco como el rocio.
Gracias .
Una preciosísima voz.
Preciosísima.
Me aseda..
Es lo mismo que les ha pasado a los comentarios de Blogger. Asedados se han quedado...
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