viernes, 28 de julio de 2006

Propaganda

Con respecto al proceso negociador abierto entre ETA y el Gobierno español, uno nunca sabe si lo peor son las declaraciones de las autoridades responsables o las de sus propagandistas, habitualmente infames aduladores en busca de una carantoña y un terrón de azúcar. Ayer, el diario El País publicaba la siguiente información, firmada desde Bilbao por un tal A. G.:

LA GUARDIA CIVIL INVESTIGA UNA CARTA DE EXTORSIÓN DE ETA

El director general de la Guardia Civil, Joan Mesquida, fue ayer el primer responsable de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado que reconoció la existencia de al menos una carta de extorsión de ETA, cuya autenticidad y procedencia está siendo investigada. La nueva oleada de misivas, la tercera desde que el 22 de marzo pasado la organización terrorista anunció el alto el fuego permanente, fue denunciada la semana pasada por el presidente de la confederación de empresarios de Navarra, José Manuel Ayesa.
Respecto a esas cartas de chantaje económico, el director de la Guardia Civil señaló, según Europa Press, en un acto en Logroño que "parece que ha aparecido una". Además, informó de que se "está verificando su existencia y procedencia. Parece que está redactada en términos diferentes" a los usados en estos casos, precisó en alusión a que las nuevas cartas del denominado impuesto revolucionario no incluyen amenazas y están redactadas en un tono más acorde con la situación de parón terrorista.
La información sigue con una serie de referencias y datos rutinarios. Conviene fijarse ahora en el segundo párrafo, en concreto en el uso de las comillas y de las fuentes que hace el redactor de la noticia. Debe entenderse que A. G. recoge de la agencia Europa Press las palabras textuales del director de la Guardia Civil, quien afirma que la carta que "parece que ha aparecido" (obsérvese el verbo escogido por el máximo responsable de la benemérita, "aparecer", como la Virgen en Lourdes o el gato de la vecina en nuestro jardín) y que "parece" (no está muy informado el señor director desde luego) estar redactada en "términos diferentes". Podría ser que el resto de la frase hasta completar el párrafo fuera también parte de la declaración del Director de la Guardia Civil, pero yo tiendo a pensar que ha salido de la propia cosecha del informante. ¿Y por qué lo creo así? Básicamente por dos razones. Primero, porque prescinde de las comillas. Pudiera ser que el redactor glosase las palabras del señor Mesquida, sin citarlas directamente, por lo que el procedimiento usado sería periodísticamente correcto, pero no es esa la impresión que causa el empleo de la fórmula "en alusión a", que nos indica que el redactor está llamando la atención al lector sobre algo conocido y de carácter relevante para entender las palabras entrecomilladas en su adecuado contexto. En ese caso, estaríamos ante la más vil adulación del periodista al servicio del Poder. En el caso de que no sea así, y se trate de una simple torpeza de redacción, es decir, en el caso de que efectivamente el Director de la Guardia Civil hubiera venido a decir, de uno u otro modo, que las cartas (de pronto, son más de una, lo que abona la tesis de que el colofón es producto de la imaginación del periodista) que "han aparecido" no incluyen amenazas y "están redactadas en un tono más acorde con la situación de parón terrorista", se trataría de una infamante forma de propaganda de una Administración que, habiéndose saltado ya todos los controles que ella mismo fijó para las negociaciones, ha convertido el proceso en un fin y no en un medio para conseguir el fin del terrorismo. Porque esa carta aparecida de pronto sin saber nadie cómo ni por qué, es conocida; fue hecha pública hace unas semanas, y dice exactamente así:

En Euskal Herria, junio de 2006
Un saludo:
ETA, la organización socialista revolucionaria vasca para la liberación nacional, quiere invitarle a que dé pasos para el futuro de nuestro pueblo.
En Euskal Herria nos encontramos en un momento de cambios políticos, poco a poco los ciudadanos vascos nos estamos labrando una nueva situación, el ciclo de la división de Euskal Herria y de la negación está agotado, el fracaso de quienes sostenían ese marco ha quedado al descubierto y lo saben. Pero queremos decir alto que si no hubiésemos hecho todos estos años una defensa en todos los ámbitos de la identidad de nuestro pueblo, que si no hubiéramos defendido nuestros derechos con todos los instrumentos que hemos tenido y tenemos, Euskal Herria habría muerto bajo el dominio de los Estados. Por haber hecho frente a la opresión del enemigo tenemos, aquí y ahora, la posibilidad de ser un pueblo libre.
Pero todavía hay cosas que hacer. Nuestro pueblo es dueño de un injusto reparto de bienes y de unas escasas condiciones de trabajo y para quienes impulsamos el cambio de esta sociedad es imprescindible trabajar en ello.
La lucha que hacemos a favor de Euskal Herria ha generado necesidades de todo tipo y hemos funcionado con la enorme ayuda de los ciudadanos en la labor de superar el dominio de España y Francia. ETA tendrá en cuenta a quien dé su pequeña aportación a favor de nuestro pueblo y siempre proclamará ese agradecimiento.
Por lo tanto, sin olvidar ni infravalorar en absoluto el trabajo que hace afavor de Euskal Herria- y teniendo en cuenta su poder económico, le venimos a pedir una ayuda en relación a su capacidad de - euros. Le garantizamos que lo emplearemos en la liberación y en la construcción de Euskal Herria y, asimismo, quisiéramos que lo entendiese como una ayuda monetaria de compromiso.
Entendiendo que tiene los caminos y las posibilidades de ponerse en contacto con la organización, queremos hacerle saber que tiene nuestras puertas abiertas para tratar tanto este asunto como cualquier otro relacionado con la lucha de liberación de Euskal Herria.
No hace falta decir que estas relaciones entre ambos piden total discreción. Además, por razones de seguridad, le pediríamos que materializara la aportación monetaria en billetes de 20, 50 y 100 euros.
Sin más, reciba nuestro saludo más afectuoso y le agradecemos la aportación que va a hacer por adelantado.
VIVA EUSKAL HERRIA LIBRE!
VIVA EUSKAL HERRIA SOCIALISTA!E.T.A.
Esto es lo que A. G. desde Bilbao o el Director de la Guardia Civil desde Logroño no consideran amenazante. Y esto me ha hecho recordar a Vito Corleone mandando al abogado Tom Hagen a California, a resolver educadamente el problema de Johnny Fontana con un productor de Hollywood. Y la cena cordial entre los dos hombres, antes de que Hagen se despida haciéndole saber al productor que aquella negativa no gustaría a su cliente y pidiéndole que alguien lo acompañe al aeropuerto. Pero no hay por qué preocuparse. El día que un empresario amanezca con una cabeza de caballo entre las sábanas, los propagandistas encontrarán la forma de retorcer el lenguaje para hacerlo pasar por un hecho insignificante, una simple aparición sobrenatural en el contexto de las dificultades ya anunciadas (y por tanto publicitariamente amortizadas) por el Presidente del Gobierno.

martes, 11 de julio de 2006

Ruiseñor

Dan Laurin toca música de Jacob van EyckJacob van Eyck era un artesano como sólo sabían serlo los verdaderos artistas holandeses del siglo XVII. Nacido en Heusden, localidad cercana a Hertogenbossch, a finales de la década de los años 80 del siglo XVI y en el seno de una familia de la baja nobleza, era ciego, limitación física que encaminó su vida hacia el mundo de los sonidos. Carillonista célebre y concienzudo estudioso de los fenómenos acústicos, en 1625 se instaló en Utrecht como carillonista de la Domkerk y tres años después era ya director y supervisor de las campanas de todas las parroquias de la ciudad. Descubrió que la pureza del sonido de las campanas dependía de su forma y se convirtió en colaborador de los famosos constructores François y Peter Hemony, atrayendo sobre su figura la atención de intelectuales ilustres de su tiempo, como Isaac Beeckman, René Descartes o Constantijn Huygens.

Sin embargo, si el nombre de van Eyck ha sobrevivido hasta nuestros días ha sido gracias a la publicación de su Der Fluyten Lust-hof (El Jardín del Edén de la flauta), dos libros editados por Paulus Matthijsz en Amsterdam entre 1644 y 1655, un par de años antes del fallecimiento en Utrecht de su autor, que incluían unas 170 piezas para una y dos flautas dulces, instrumento del que van Eyck era un auténtico virtuoso. La colección, la más amplia dedicada jamás a un instrumento de viento a solo, es una sucesión de variaciones sobre piezas populares de diversas zonas de Europa o de compositores conocidos, como Dowland o Caccini. Aislado en los Países Bajos en una época en la que la guerra arrasaba el centro de Europa, imposibilitado para la lectura directa de partituras, van Eyck escribe una música de un aire indudablemente arcaico, que no recoge las novedades del barroco de su tiempo, sino que se centra en los procedimientos de glosa típicos del Renacimiento. Aunque la variedad de la temática que incluye este auténtico Jardín de las delicias musical es amplísima, van Eyck se recrea especialmente en el carácter arcádico, pastoril del instrumento, llegando a competir en virtuosismo con los mismísimos ruiseñores, como aquí nos muestra con soberbia maestría el insigne flautista sueco Dan Laurin.


Engels Nachtegaeltje de Der Fluyen Lust-hof de Jacob van Eyck. Dan Laurin, flauta. BIS.

viernes, 7 de julio de 2006

Juntos

JuntosEl 8 de febrero de 2003 un pistolero de ETA asesinaba de tres tiros en la cabeza a Joseba Pagazaurtundúa mientras desayunaba en un bar cercano a su domicilio de la ciudad guipuzcoana de Andoain, en donde trabajaba como jefe de la policía local. Joseba era también militante del Partido Socialista de Euskadi y un destacado miembro de la Plataforma ¡Basta ya!, lo que le había causado numerosas incomodidades en forma de chantajes y amenazas recibidos desde su regreso a Andoain en 1999 desde la localidad alavesa de Laguardia, adonde se habia exiliado en comisión de servicios. Su situación personal era tan grave que el 14 de septiembre de 2001, unos días después de que le incendiaran el coche, mandó una carta al Consejero de Interior del Gobierno vasco donde le detallaba las razones de la inseguridad cotidiana de su existencia, incluido un ataque con cócteles molotov a su vivienda. "Las anteriormente citadas breves notas no son más que una somera semblanza de la situación que vivo. Puede usted hacerse cargo de que no es nada sencilla la supervivencia de este ciudadano vasco", escribía Joseba. En la primavera de 2002, en otro borrador de una carta que acaso nunca envió, volvía a escribir: "Señor Balza: Soy Joseba Pagazaurtundúa Ruiz, ex agente 00201 de la Ertzaintza. Cada día veo más cerca mi fin a manos de ETA". No pasó ni un año hasta que se produjera su anunciado asesinato.

En aquel momento, Pachi López, secretario general del PSE, afirmaba:

No hay soluciones ni planes con los que contener ni acallar a la Bestia. Hay, tiene que haber, decisión política y coraje cívico para enfrentarnos a ella hasta hacerla desaparecer. No basta con hacer llamamientos para que desaparezca por la gracia divina, ya sólo nos sirve quien detiene terroristas, quien evita que tengan cobertura política y respaldo social. Pido a los partidos coraje para impedir que alcaldes que no condenan el asesinato de su vecino sigan gobernando nuestros ayuntamientos, porque hay que negarles la legitimidad para intervenir en los asuntos públicos. No pueden depender la educación de los niños, ni las ayudas sociales, ni siquiera el urbanismo de quien, por cobardía, no rechaza la violencia, o de quien, por convencimiento enloquecido, lo aplaude. Nunca más un alcalde de Batasuna para justificar un asesinato.

También por aquellos días, Ramón Jáuregui, destacado miembro del PSE y diputado socialista por Álava, escribió un revelador artículo en el Diario Vasco en el que, entre otras cosas, afirmaba:

Escuché ayer una peregrina interpretación de su asesinato. En Radio Euskadi decían que era un atentado contra el plan Ibarretxe. Una dirigente nacionalista dijo que era un atentado contra el pueblo vasco. Pero no dijeron que Joseba estaba en contra del plan Ibarretxe y que también le mataron por eso. No dijeron que matan sólo a una parte del pueblo vasco, precisamente a la que se opone a las mismas aspiraciones de esa dirigente nacionalista.

¡Por favor, no manipuléis su muerte! No tenéis derecho quienes sois incapaces de comprender que quienes nos matan lo hacen por vuestros mismos ideales. No queremos vuestras condolencias, que sabemos sinceras, si a vuestro rechazo de los medios, unís vuestra coincidencia en sus fines. Ya no valen vuestras condenas si van acompañadas de "apoyo moral" a Batasuna y de apoyo real a su alcalde en Andoain.

Dice Ibarretxe que su plan para la convivencia es también un plan para la paz. En nombre de Joseba os pedimos que no nos sigáis salvando. No lo hagáis con esa paz. Que ni es paz, ni es justicia. Porque nos siguen matando mientras os empeñáis en tenderles la mano y pagar el precio que acompaña a su violencia. En nombre de tantas víctimas y en el de Joseba, la última, os pedimos que no les deis la razón. Y tu plan, lehendakari, se la da. Acepta su explicación histórica del conflicto y plantea la misma solución, desde la unidad nacionalista, proponiendo a los no nacionalistas que aceptemos ese destino para que no nos maten. Luego, sí, ya lo sabemos, ETA dice no y sigue matando porque no quieren permitir que gestionéis su historia. Pero nos matan a nosotros, a los que rechazan vuestro plan. A los que reclaman libertad, a los que recuerdan a las víctimas, a los que reivindican la pluralidad vasca. A los autonomistas, a los constitucionalistas. A todos los que representan la infinita superioridad moral de una causa justa cruelmente reprimida por el fascismo vasco, por un nacionalismo etnicista brutal.

En nombre de Joseba Pagazaurtundúa, de Fernando Buesa y tantos otros, ¡por favor, no nos apliquéis esa convivencia! ¡No nos salvéis con ese plan!
[Las negritas son mías]
Ayer se consumó la traición largamente anunciada, casi tan largamente como el asesinato de Joseba. Pachi se tragó su coraje cívico y Ramón no ha abierto la boca, al menos hasta el momento presente (17 horas de 7 de julio de 2006), para desautorizar en su nombre la villanía cometida. Ayer el PSE, con el respaldo del gobierno de España, asesinó a Joseba Pagazaurtundúa y a todos las víctimas mortales de ETA por segunda vez. Lo hizo al dar cobertura política y respaldo social (¡esos contra los que clamaba Pachi hace tres años!) a un grupo político ilegalizado en sentencia firme del Tribunal Supremo por considerarlo parte sustancial del entramado de ETA, es decir, un grupo formado por los compañeros de aquellos que asesinaron a Joseba y a otros militantes socialistas y a otros varios cientos de ciudadanos españoles más. Lo hizo al renunciar incluso a la condición que el propio Presidente del Gobierno había marcado como inexcusable para que pudiera materializarse ese encuentro público: que Batasuna condenara la violencia y se refundara aceptando los límites marcados por la ley y que cumple el resto de fuerzas políticas legales. Ayer, el PSE y el Gobierno de España les regalaron a los terroristas la foto que andaban buscando desde hace décadas, esa foto por la que han asesinado a más de 800 personas: el reconocimiento de que su existencia tiene un fundamento político razonable, que su razón de ser estriba en una realidad conflictiva en la que ellos han actuado como un agente más, y que tienen previsto seguir haciéndolo. Ahora tocar recoger las nueces de la sacudida. Y mañana ya se verá.

En el envilecido clima de la vida pública española, uno ya no sabe a qué hecho otorgar mayor gravedad, pues se encadenan de tal forma en la ignominia, la desfachatez y la infamia que se corre el riesgo de acabar disparando hasta contra las golondrinas que se cruzan por el aire, pero todo lo que ha rodeado a esta burla al Estado de Derecho, a esta afrenta a las víctimas de ETA, resulta especialmente siniestro. Empezando por el incalificable auto del juez Garzón, que emplea para autorizar la reunión argumentos que habrían hecho enrojecer a un alumno de 3º de BUP (no sé los de la LOGSE, la verdad). Resulta sorprendente que el señor juez tenga en cuenta el supuesto contenido de la reunión (iban a mirarlos a los ojos para decirles que se legalizaran, afirmaron los socialistas, y no se les cayó la cara de vergüenza), como si Batasuna hubiera sido suspendida de sus actividades por las ideas políticas de sus dirigentes y no por su integración en un entramado terrorista, como el propio Garzón dispuso en su momento. Más sorprendente es aún el segundo argumento: que la reunión había sido convocada por el PSE y no por Batasuna, lo que me lleva a deducir que lo ideal para la negociación con ETA será que el Presidente del Gobierno convoque a sus dirigentes a una cena de gala en la Moncloa, con lo cual ETA podrá ya actuar y parlamentar como una agrupación legal, exactamente igual que lo haría una asociación de jubilados. Los argumentos empleados por los voceros oficiales y oficiosos del Gobierno (cuando no por los mismos dirigentes del PSOE) no merecerían ni ser comentados: que los miembros de Batasuna no tienen en cuanto tales sus derechos políticos suspendidos, como si hubiesen acudido a la reunión a título individual, no sabemos si a jugar al tute o a hacer la porra para la final del domingo; o, estupidez supina que debería inhabilitar a cualquier político para el ejercicio del poder, que Batasuna, como es ilegal, no existe, según lo cual se me hace por completo incomprensible la apertura oficial de negociaciones con ETA, grupo obviamente ilegal, luego inexistente.

Se me revolvieron las tripas (otra vez, sí) cuando en una de las fotos publicadas ayer vi una media sonrisa en la cara de López, y a su lado, la imagen de Pilar Ruiz Albisu, la madre de Joseba Pagazaurtundúa, en la calle, con el rostro desencajado y sufriendo la que habrá sido seguramente la humillación más dolorosa de su vida, la de sentirse abandonada por la justicia y los representantes oficiales de un Estado en cuya defensa dejó la vida su hijo. Hace más de un año, cuando se cumplía el segundo aniversario de la muerte de Joseba, Pilar envió a Pachi López una carta demoledora y visionaria que terminaba de esta forma:
Fui una refugiada de guerra miserablemente pobre, crecí como la hija de un rojo represaliado, no pude votar hasta los cuarenta y cuatro años. Y después vino el calvario de nueve años de ver sufrir a mi hijo, que veía llegar su propio asesinato. Se jugó la vida por defender la libertad, no por lo que parece que viene de vuestra mano, eso que pomposamente se anuncia como un proceso de Paz. Porque, Patxi, ahora veo que, efectivamente, has puesto en un lado de la balanza la vida y la dignidad, y en el otro el poder y el interés del partido, y que te has reunido con EHAK. Ya no me quedan dudas de que cerrarás más veces los ojos y dirás y harás muchas más cosas que me helarán la sangre, llamando a las cosas por los nombres que no son. A tus pasos los llamarán valientes. ¡Qué solos se han quedado nuestros muertos!, Patxi. ¡Qué solos estamos los que no hemos cerrado los ojos!
Ayer, Pilar Ruiz, perdido todo menos la dignidad, les gritaba a Pachi y sus secuaces desde la calle: “¡Traidores, sinvergüenzas!”. Hoy, algunos de los que han preferido cerrar los ojos, la justifican de forma condescendiente por aquello del dolor de una madre. No se atreven a decirle que está manipulada por el PP. Mirando a las víctimas a los ojos, una a una, no se atreven. Eso lo dejan para cuando se agrupan de cien mil en cien mil. El dolor de una madre, nublada la razón. Miserables. Es que tiene razón.