miércoles, 19 de enero de 2005

Vacío

Hay un poema de Kavafis, eterno nostálgico de Alejandría, que me pareció siempre la expresión última de la desesperanza. Se titula La Ciudad:

Dijiste: "Me iré a otra tierra. Me iré a otro mar.
Encontraré otra ciudad mejor que ésta.
Cada intento mío se ve condenado al fracaso
y mi corazón está enterrado, como un muerto.
¿Hasta cuándo se mantendrá mi mente en este marasmo?
A donde vuelvo la mirada, a donde miro,
sólo veo las desgraciadas ruinas de mi vida, aquí,
en donde he pasado, arruinado y corrompido tantos años".

No encontrarás nuevos parajes. No encontrarás otros mares.
La ciudad te seguirá. Recorrerás las mismas
calles y en los mismos barrios envejecerás.
Y te saldrán canas en estas mismas casas. Para ti,
no hay barco hacia otro sitio. Ni lo esperes. No hay camino.
Y, de la misma forma en que aquí, en este pequeño rincón,
has arruinado tu vida, la has destrozado también en toda la tierra.


Leídos a la distancia, estos versos me causaron una incómoda congoja, la sensación de que la fatalidad puede instalarse en nuestras vidas en cualquier momento y ya no dejarnos nunca. Ahora, que me asomo con frecuencia al vacío, se han convertido casi en un bálsamo, la constatación dichosa de que en la derrota también pueden encontrarse la belleza y la poesía, y el consuelo de que ahí jamás estaremos solos.

15 comentarios:

lukas dijo...

Maravilloso poema, sí, que dice algo terrible, que nos quita toda esperanza. Yo también he pensado en largarme a otra ciudad, dejar ese pasado dichoso atrás, pero algo me dice que Kavafis tiene mucha razón: adonde uno va, van sus alegrías y sus miserias...

it dijo...

Estoo.. queee.... Verá, D.Araña, que los demás no sé... pero que Ud., de solo NADA!, que me tiene a mí -que no soy mucho pero hago ruido- que soy su amiga.

Un beso ;-)

Egonauta dijo...

Bella versión del texto de Kavafis, muy superior, en todo caso, a la versión que publica el poeta colombiano Harold Alvarado, de obra tan atormentada como la de aquel.

La angustiada existencia de Kavafis se desgarra entre sus dos grandes -y únicos- amores; el que profesa a su Skandariyah natal, a la que tanto cita pero no describe, y el que compartió, menos platónico y más carnal, con los efebos que iluminaron su vida de homosexual inconfeso. Ambos amores se manifiestan en parte de su obra, oculta hasta su muerte.

Muestra del desgarro de sus dos amores -y en traducción mediocre de la misma pluma- el siguiente fragmento:

………..,
Si algo deseaba, una corbata cara, digamos,
una corbata para los domingos,
o si en una vitrina había visto alguna bella camisa,
por uno o dos taleros ofrecía su cuerpo.

Ahora me pregunto si en los tiempos antiguos
tuvo Alejandría, la gloriosa, un joven tan apuesto
y tan bello como este que perdimos.
……………………….


Paolo: La soledad no solo se conjura al otro lado, me uno a Saf para tender la mano.

Egonauta

Egonauta dijo...

Se me coló la donna en pleno parto (el mío) y me robó el bello final. Valga por ambos y .......¡Que el olvido ahogue a mi ladrillo!

Egonauta

it dijo...

Artiiii.... ¡le echaba tannto de menos, sabio profe! (y aprovecho para suscribir -¡y no se me acostumbre!- cada una de sus palabras: que me duele el mentón de darme aldabonazos afirmativos mientras le iba leyendo).

Y tanto si se cree en el destino como si en el libre albedrío o en la nada... me apunto a lo que dice Mobile. Todo -lo maravilloso y lo fatal-, todo, pasa.

Y si mientras eso ocurre hay buenos amigos alrededor pues ¡mejor que mejor! Y aquí (y allá y acullá) tiene Ud. un buen puñado.

¡Vamos chavvvvvvval... que no se diga que los de abajo Despeñaperros son unos...! ;-pp

Saf

P.D. (Ego, a tí también te he leído... por si acaso lo digo, que como me protestas por todoooooo...)

it dijo...
Este comentario ha sido eliminado por un administrador del blog.
it dijo...

Artiiii.... ¡le echaba tannto de menos, sabio profe! (y aprovecho para suscribir -¡y no se me acostumbre!- cada una de sus palabras: que me duele el mentón de darme aldabonazos afirmativos mientras le iba leyendo).

Y tanto si se cree en el destino como si en el libre albedrío o en la nada... me apunto a lo que dice Mobile. Todo -lo maravilloso y lo fatal-, todo, pasa.

Y si mientras eso ocurre hay buenos amigos alrededor pues ¡mejor que mejor! Y aquí (y allá y acullá) tiene Ud. un buen puñado.

¡Vamos chavvvvvvval... que no se diga que los de abajo Despeñaperros son unos...! ;-pp

Saf

P.D. (Ego, a tí también te he leído.)

Paolo dijo...

Pues... Gracias a todos... No se me ocurre otra cosa.

it dijo...

(Pues a mí sí -claro-: Compra unas pipas y ven a dar un paseo conmigo por el Paseo del Prado... las cosas se ven más pequeñas, menos dañinas e importantes cuando se camina. ESO SÍ TE AVISO: que tendrás que llevarme en brazos porqueeeeee en mis actuales e inesperadas condiciones TAMPOCO estoy para correr una marahatón)

it dijo...

Aclaro que mi comentario anterior estaba dirigido al de D.Paolo.

Pero que ahora le incrusto una certeza absoluta a Artaher: "La tristeza es pecado, la virtud está en la ejecución" .-Constancio el limpito S.XI

Y "sabio" es el que ha vivido muchos años y se bandea bien entre los acontecimientos. (Espero haberles resultado útil o muy útil con estas aclaraciones....)

Saf ;-ppp

it dijo...

Aclaro que mi comentario anterior estaba dirigido al de D.Paolo.

Pero que ahora le incrusto una certeza absoluta a Artaher: "La tristeza es pecado, la virtud está en la ejecución" .-Constancio el limpito S.XI

Y "sabio" es el que ha vivido muchos años y se bandea bien entre los acontecimientos. (Espero haberles resultado útil o muy útil con estas aclaraciones....)

Saf ;-ppp

Egonauta dijo...

Y yo que creía que lo de “La tristeza es pecado, la virtud está en la ejecución" se lo habían dicho a Maria Antonieta (?). Está visto….. ¡La pérdida de memoria es un síntoma grave…… cualquiera que sea el tipo de ejecución!

Egonauta

Srta. Experimental dijo...

Oigaaaaaaaaan, ¿que no se han dado cuenta? No sé qué pasa que ultimamente nos estamos comiendo el coco de lo lindo a vueltas con el amor-enamoramiento-dolor, la melancolía y otras mondongas!!! Miren que nos vamos a enfermar y el señor Arti va a tener que sacarse algún otro acrónimo de la manga para definirnos :P

A ver si vamos encontrando el antídoto... ¡¡que el 2004 ya ha pasado, yaaaaa!!... Ufff, a ver si nos recomponemos, eh??

Señores, ánimo y al toro, que el presente es nuestro!!

Anónimo dijo...

Curioso que publicara usted estos versos al día siguiente de yo escucharlos en unas jornadas literarias sobre las ciudades (La ciudad de papel, un tema precioso e interesante). No se me había ocurrido pensar que fueran unos versos de desesperanza, fíjese, sino todo lo contrario (me va a permitir que hable un poco de LA CIUDAD, que es sobre lo que he reflexionado estos días); no veo que se trate tanto de la soledad en medio del abigarramiento de emociones y sensaciones de la ciudad, como de la importancia de los sentimientos y sensaciones para la formación de ésta. Para entendernos: que una ciudad, que un colectivo, no es más que la suma de las individualidades; que sin la carga personal de cada uno, el grupo no es nada. O sea, señor araña, que la derrota es lo que muchas veces nos hace ser lo que somos, y nos reviste de belleza y sabiduría. Y la soledad... ¡ah, la soledad! prefiero hablar de la individualidad, que creo que es más acertado (sobre todo en temporadas de nostalgia ;-)
Gin

it dijo...

Muy acertadas sus palabras, querida Gin.
Sí. Mucho.

D.Araña, dése por zarandeado, levante el mentón y ponga esa expresión fiera de mascarón de proa vikinga a la que nos tiene acostumbrados... que no en vano se le conoce a Ud. como "La faneca de Sevilla". Y dígame dónde ha puesto las pipas (paga Ud., claro) que no las encuentro... ¡Ay, qué trabajos nos manda el Señor, todo el día párriba y pábajo con esta araña despótica!!

Saf ;-))